Por Emérita Flauzín de Meléndez

EL Cielo abrió su libro y extendió su pergamino por el espacio. El planeta cierro su puerto y el manto negro abrió su boca, para saborear a los vivos muertos enterrar sus muertos frente al espejo de su efecto. 20 siglos han transcurrido y dije que volvería en espíritu y en verdad y por ley de evolución; aquí estoy.

No para abrogar la ley si no para que se cumpla. La ortega del puerto no la arranque porque ella sola se seca. No eches perlas a los cerdos son los mismos, por sus frutos los conoceréis. Cada ser nace con su libro de la vida donde marca su forma y su fondo negativo o positivo de su vida ¨su cama y su historia¨.

No hagas a nadie lo que no quieres que te hagan, ¨ley de causa y efecto»; hay que aprender a sumar, no a dividir ni a restar. que la romana no se incline a un solo lado con su plato y su embudo. ¿Sabe el hombre de donde vino que hace aquí y a dónde va?  Hay que re educar a la humanidad para un mundo nuevo del saber la verdad y hacer las cosas bien.

Con derecho al diálogo y a la información con dignidad y moral donde puedas levantar tu frente,  en esta nueva era nada oculto quedara bajo este sol la verdad es línea recta,  nunca curva porque todo tiene su comienzo y un final. tiempo para reír tiempo para llorar , tiempo para nacer y tiempo para morir . Nada es eterno solo el amor a Dios. La justicia del cielo llega un día.

¿Dónde se esconderá el virus de la cruel pandemia del clientelismo? los enemigos de la creación a que planeta irán a esconderse con su conciencia.

—  —  —-  —–

La autora Emérita De Meléndez es profesora, poetisa y escritora. Ha escrito varios libros y recibido homenajes en distintas entidades por su gran valor y sentido humanista.