El Escorpión

 El Escorpión

¿Y las libretas en manos de quién?

Ya liberaron los fondos del Gordito y se hizo el pago al portador del billete, después de averiguar que existió la venta del número ganador y que esta fue legal. Lo que falta ahora es que la Contraloría General de la República haga un audito exhaustivo de la concesión de libretas de lotería para saber en qué manos están y si sus tenedores cumplen con los requisitos que exige la ley. Seguro que se descubrirán muchos milagros hechos por san Pancho y otros santos no muy santos que han controlado la Lotería Nacional de Beneficencia a lo largo de los años.

Don de la ubicuidad

Lo del toque de queda para San Felipe es algo digno de Ripley’s y de estudio por parte de la teología y de quienes gustan de los fenómenos paranormales. Quedarse en ese barrio hasta la medianoche para luego traspasar por las zonas cuyo toque de queda entró a regir 2 horas antes es un acertijo que ni Batman descifraría. Ni siquiera el desdichado que lo sorprenda la hora podrá optar por quedarse en el lugar porque los locales deben cerrar y esperar en una de las plazas del lugar también violaría la medida. ¡Cómo me gustaría tener uno de esos prendedores de la tripulación de Star Trek!

Preguntas de alto voltaje

Con la generación de electricidad por medio de gas natural se levantan expectativas más allá de la realidad. ¿Cómo se diferenciará el consumo producido por una hidroeléctrica o un parque eólico de la planta de gas? ¿Qué capacidad de producción tendrá el gas natural versus el resto de las generadoras? ¿Será suficiente su cuota de mercado para bajar los precios? Quizá nos lo expliquen los que desentrañen el misterio del don de la ubicuidad.

Basta de advertencias

Con la llegada de las lluvias las consabidas advertencias de no tirar basura ni escombros en los ríos y quebradas, no construir junto a sus riberas, y alejarse de las zonas inundables y los peligros de las crecientes de agua. Más allá de las advertencias lo que necesitamos es una acción firme de la autoridad para evitar y prevenir las tragedias que provocan los aguaceros y tormentas educando a la comunidad, sancionando a los que cometen delitos ambientales y ordenando el desalojo y la demolición de las viviendas próximas a los ríos y quebradas.

Maraña de cables

La ciudad capital impresiona por sus edificios altos y modernos, pero duele ver las madejas de cables que cuelgan de los postes de alumbrado público cual si fuera el rollo de soga que llevan los vaqueros en sus monturas. Si las empresas dueñas de esos cables tienen que pagar por el uso de los postes, ¿por qué no pueden pagar por usar los ductos si se ejecuta el soterrado del cableado? A ver si la ASEP le da una explicación convincente al pueblo.

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