Destaca en sus señalamientos el siguiente argumento:  ‘Hoy, la mayor parte de los sectores estratégicos: puertos, telecomunicaciones, energía y minas, concesionados al capital privado, principalmente transnacional, le aportan muy poco a Panamá, tal como ocurrió en el pasado con el Canal’.

‘La fecha que hoy conmemoramos con orgullo, es un momento propicio para hacer un llamado a todas las fuerzas vivas de nuestra nación, especialmente a los jóvenes, (…) a continuar la lucha por nuestra soberanía y generar un modelo de desarrollo que haga que los beneficios del mismo sean efectivamente para las grandes mayorías’, aseveró.

La soberanía

Al reflexionar sobre la ruta trazada por el desaparecido Omar Torrijos y ejecutada por la juventud nacionalista y las organizaciones populares, como él mismo reconoció, Pedro Miguel González se centró en definir el concepto de soberanía en contraposición con el dominio económico de las transnacionales.

Aclaró González que ser soberanos significa hacer una política internacional apegada al interés nacional, también tener el control sobre el desarrollo marítimo y portuario para beneficio de la nación, es sacarle provecho a cada una de las ventajas que la posición geográfica ofrece y hacer valer los derechos sobre los recursos naturales.

Reflexionando sobre la importancia y firma de los Tratados, el político afirmó que ‘Omar Torrijos reconoció que el principal protagonista de esa gesta fue el pueblo panameño, que por generaciones luchó para alcanzar el objetivo de perfeccionar nuestra independencia’.

Después de difíciles negociaciones y tras una campaña internacional de apoyo, Estados Unidos pactó con Panamá la entrega de la franja colonial conocida como Zona del Canal, ubicada en medio del país y con un área de mil 432 kilómetros cuadrados, incluida la ruta fluvial interoceánica.

El 7 de septiembre de 1977, el presidente estadounidense, Jimmy Carter, y el jefe del gobierno panameño, Omar Torrijos, firmaron en Washington los Tratados donde se establece la fecha de entrega el 31 de diciembre de 1999 y el desmantelamiento de 14 bases militares.