TRES LÍNEAS

 TRES LÍNEAS

La educación en Panamá vive, desde hace varios años, de un sistema educativo ineficiente, con tendencia a la baja en el índice académico, fracasos y deserción escolar, agravado por las constantes huelgas y paros del personal docente. Foto ilustrativa

FRACASOS ESCOLARES

El sistema educativo nacional reclama un cambio de rumbo que lo dirija hacia la modernización, la eficiencia y la excelencia académica. Los intentos por lograr esa renovación hasta el momento han sido en vano, por lo poco que se ha logrado en cuanto a superar los fracasos y la prevalencia en la tasa de deserción escolar. El único cambio notorio ha sido el aumento salarial a los docentes.

Asignaturas como matemáticas, ciencias, español e inglés marchan a la cabeza en cuanto a la reprobación de los estudiantes. Más de 100,000 alumnos a nivel nacional han reprobado una o dos materias y unos 67,000 obtuvieron entre 1.0 y 2.9 de promedio. ¡Desastre total!

Todo este asunto no puede continuar. Es preciso ponerle un alto y pronto. Hay que involucrar a la comunidad, a los padres de familia y los propios estudiantes, además de los educadores, porque el tema de la educación atañe a todos. Ya sabemos que podrán surgir las consabidas huelgas y paros, como suele ocurrir cuando se trata de transformar el sistema educativo, pero hay que tomar decisiones firmes y hacer el cambio. Lo que está en juego es el atraso o el progreso del país y el bienestar de la mayoría sobre la minoría. Y si no se logra por consenso, entonces, hay que hacerlo por imposición. Eso sería tener autoridad.

  1. ¿Por qué después de tantos años de intento no se logra transformar nuestro sistema educativo?
  2. ¿Qué fuerzas o razones impiden el cambio y provocan el fracaso y la deserción escolar?
  3. ¿Cuáles son las consecuencias y repercusiones actuales y futuras de mantenerse el actual sistema educativo?

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