Un Canal en manos panameñas: Una historia de éxitos

 Un Canal en manos panameñas: Una historia de éxitos

La Bitácora

Por Ebrahim Asvat

Hace unas semanas me tocó visitar el edificio 710 entre el Edificio de la Administración de la ACP y el monumento a Goethals.  Cada vez que entro a las áreas revertidas siento mentalmente una incomodidad.  Persiste en mi inconsciente la memoria del pasado prohibido.  Cuando ese pedazo del territorio panameño era ajeno con una dinámica social norteamericana y donde el sentimiento de no pertenecer a ese entorno permanecía a flor de piel de cada panameño.  Yo me crie en el barrio de Santa Ana y mi límite territorial terminaba en la avenida de los mártires. El último refugio era la tienda Gran Morrison donde entre hojear revistas o manosear libros era el entretenimiento de los sábados en la tarde. Cruzar la calle hacia el otro sector, esa avenida 4 de julio según ellos y avenida de los mártires según nosotros,  era el límite del “no tresspassing”.  Algo mental e inconsciente radicado en la psiquis y te advertía de tu no pertenencia a ese otro mundo después de la calle.

El Dr. Mario J. Galindo H. ha publicado la obra “El Canal en manos panameñas:  Una historia de éxitos” una obra didáctica y de fácil lectura.  Testimonio de todo el esfuerzo por administrar de forma eficiente un territorio y un bien transferido a nuestro país y completa la independencia territorial panameña.   Debemos reconocer el esfuerzo de los gobiernos desde 1990 al presente en crear toda la arquitectural jurídica necesaria para crear instituciones estatales con suficiente independencia y capacidad para lograr con éxitos los propósitos anhelados.   Soy un firme convencido que superamos todas las expectativas con darle utilidad a las áreas revertidas y administrar de forma eficiente el canal de Panamá y a la vez embarcarnos en un proyecto de inversión para aumentar su capacidad con el tercer juego de esclusas.

Este año la Autoridad del Canal de Panamá le entregó al Tesoro Nacional 2,494 millones de dólares. Mucho más en un año de lo recibido en 85 años de administración norteamericana. Si esto no es motivo de orgullo nacional que otra cosa podría serlo. Los que vivimos la era del enclave canalero podemos sentirnos doblemente satisfecho. En primer lugar, por la sencilla razón de conocer el antes y el después. Para quienes no conocieron el antes, la obra del Dr. Galindo es un libro de cabecera que muy bien describe ese después del Tratado y el esfuerzo por administrar de forma eficiente todos los bienes revertidos al Estado Panameño.

Cuando sobreponemos los intereses personales arriba de los intereses nacionales o cuando supeditamos un proyecto nacional determinado desviando la atención a otros problemas sociales que no han sido atendidos debidamente cometemos el error de perder la brújula de nuestras aspiraciones nacionales y desatendemos la necesidad de buscar factores que consoliden a la nación. Tanto en la aprobación de los tratados Torrijos Carter como con ocasión del referéndum por la ampliación del canal algunos sectores políticos se opusieron vehemente a estos proyectos nacionales.  Pero lo irónico de la historia y algo así como el Karma de regreso a esos dirigentes como bumerang.  A esos mismos opositores al Tratado les correspondió como gobernantes recibir el 31 de diciembre de 1999 el Canal y la salida de las bases militares.  Igualmente, a ese opositor a la ampliación del Canal de Panamá del mismo partido político la Patria le dio el honor de inaugurar el tercer juego de esclusas. Cosas de la vida en una sociedad política.

 

 

 

 

 

 

aldiapanama