El Escorpión

 El Escorpión

TODOS CONTRA EL PROFETA

Continúa este lunes la audiencia por el Caso New Business con el contrainterrogatorio del perito con nombre de profeta que fue sometido a una maratónica sesión de preguntas el viernes. Seis horas pasó encaramado en el estrado. Como en los tiempos de su tocayo Eliseo, el testigo vive sus horas de trago amargo en medio de una sequía agobiante, quizá a veces con ganas de que se aparezca la Merkabá y lo arrebate al cielo como a Elías. La lección que nos queda, hasta el momento, es la forma en que algunas cosas son hechas en nuestro país y los recursos que utilizan algunos de los poderosos que recorren ciertos caminos tortuosos entre nosotros, para ocultar sus pasos y defenderse del sistema judicial.

APARECIÓ EL FENTANILO

Pero no el que fue robado de la Caja de Seguro Social, sino 28 ampolletas similares a las miles de desaparecidas de la CSS. Si no son parte de estas últimas, al menos deben ser primas, porque su aparición es muy coincidente con los elementos circunstanciales de modo, tiempo y lugar. A ver si con esta reaparición milagrosa del medicamento, apetecido por sus propiedades de adictivas para ser usado como droga, se intensifica la búsqueda de las miles de dosis desaparecidas de la Caja por complicidad o descuido de quién sabe quién o quiénes, cuyas identidades hasta el momento continúan en las sombras tenebrosas.

LOS ÑAMES ESTÁN DIEZMADOS

No se trata del peligro de extinción de los arnulfistas, llamados ñames por sus adversarios políticos, sino del tubérculo que acompaña el popular sancocho panameño. Resulta que hay un hongo que está acabando con los cultivos en medio de una sequía que tampoco ayuda mucho a mantener el ritmo de la siembra y producción de esa raíz. De acuerdo con el Mida, el hongo siempre ha estado presente entre nosotros, pero con la asistencia técnica de la entidad técnica del Mida, los productores mantienen niveles muy bajos de afectación. Por ahora los peritos del ministerio agropecuario realizan una «batida» por ciertas zonas donde se cultiva el producto a gran escala, para salvar el «ñame baboso» que forma parte del sancocho panameño, nuestro plato típico por excelencia.

A LA RIGOLA NO VUELVO MÁS

Así decía el estribillo de una popular canción de los años sesenta, muy cantada por nuestros padres y abuelos. Y las fiestas clandestinas conocidas como «Parkin» donde se vende y se consume de todo vienen a ser como esa rigola de la canción. Solo este fin de semana dos de esos «Parkin» pasaron a ser la función estelar de las noticias: uno en Samaria, San Miguelito, y otro en nuestro querido y mítico barrio de El Chorrillo. En el primero dos personas resultaron heridas por una riña que se generó en el clandestino festejo, alteradas por el licor y quién sabe qué más, y en el segundo, treinta y cinco de las 200 asistentes a la furtiva parranda resultaron arrestadas, entre ellas, algunos menores de edad. Estos «Parkin» ya son como una plaga social, no tanto por el momento de aparente diversión, sino por el escándalo y la venta ilícita de licor y droga. Hasta se dice que hay políticos y aspirantes  a serlo que patrocinan estos jolgorios, como parte de su modus vivendi y fórmula de enriquecimiento ilegal. A la rigola yo no vuelvo más, matan a los hombres a palo y pedrá.

aldiapanama