El Escorpión

 El Escorpión

PANAMÁ, PAÍS FELIZ

Según el informe de la felicidad mundial preparado por una red de Naciones Unidas, Panamá es el quinto país más feliz de Latinoamérica y el número 38 en el mundo. Sí, los panameños somos felices porque nos reímos de los problemas y porque somos uno de los primeros consumidores de cerveza Per cápita del mundo. El informe parte de la medición de la esperanza de vida saludable, PIB Per cápita y el apoyo social, en el que nuestros datos marcan bastante alto. Pero, en la segunda parte de la medición, eso sí es para matarse de la risa: «baja corrupción, generosidad en una comunidad donde la gente cuidarse unos a otros y libertad para tomar decisiones clave en la vida.» Vea usted, allí sí que la vaina se jode. Y si no somos felices por el informe, al menos reírnos de él si nos puede producir una sensación muy parecida a la felicidad.

LA OTRA CARA DE LA SELVA

Otros informes que ponen a Panamá en el escenario internacional son los relacionados con la situación de los migrantes que atraviesan el Tapón del Darién. Algunos aspectos son dolorosos, como el de los más de 1,000 infantes que la atravesaron solos. Sin embargo, la otra cara del drama es el daño que tantos miles de personas que cruzan la selva producen en el patrimonio natural darienita. La huella de la migración afecta la flora, la fauna, los ríos y el rastro de la contaminación y la afectación social a la población nativa es incuantificable. Y en ese otro aspecto también debemos enfocarnos, para contrarrestar la imagen negativa que algunos quieren crearle a Panamá en una situación en la que no tiene la responsabilidad originaria de las causas que motivan la masiva migración por el Darién.

EL EMBROLLO ADUANERO

Felizmente los funcionarios aduaneros han llegado a un acuerdo para suspender la huelga que habían programado en demanda salarial y de nombramientos permanentes. Hasta allí está bien el asunto. Pero el resto de las «verdades» que se viven en el vientre de esa entidad y de la cultura interna del empleado aduanero quedan ocultas. Sabido es el grado de corrupción que se vive en los trámites aduaneros, con la coima como principal protagonista en la liberación fiscal de la carga de los recintos aduanales. Prácticas todas estas que deben depurarse para sofocar el manejo del contrabando y el tráfico de drogas y de mercancías ilícitas que tienen tanta variedad como las especies que transportaba el Arca de Noé.

TRÁNSITO ANÁRQUICO

Lo que vemos a diario en las calles de Panamá, más específicamente en la ciudad capital, es una anarquía total por parte de los conductores. Pasarse la luz roja, hacer giros prohibidos, invadir el carril contrario, ignorar la señal de alto en las intersecciones o conducir a mayor velocidad de la permitida es pan de cada día. Todo por la falta de vigilancia y la sanción oportuna a los infractores. Puntos críticos del desorden vial ni siquiera cuentan con la presencia de los agentes de tránsito, para mitigar la caótica situación. ¿Cuándo será el día en que se impondrá el orden y el respeto por las leyes de tránsito? Al parecer, solo Dios lo sabe, porque las autoridades ni idea tienen.

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