Defensoría combate delitos contra menores, la «OUR» dice presente
El Escorpión
Lunes 16 de septiembre de 2024
AUMENTAR EL AGUA
Incrementar la tarifa del agua es un punto a considerar para la nueva administración del Idaan. Pero antes de pensar siquiera en subirle un céntimo, primero la institución debe controlar las fugas del líquido que le hacen perder más del 40% de su producción y darle un vuelco al mal servicio que prestan, para asegurar que el preciado líquido le llegue a los usuarios sin interrupción las 24 horas del día los 7 días a la semana con agua de buena calidad y apta para el consumo. Después, si logran controlar esta situación, pensar en aumentos de la tarifa. No se trata de justificar un incremento invocando la longevidad de la tarifa vigente; porque así como ha transcurrido el tiempo desde que se fijó, también debe recordarse que antes el agua se pagaba cada tres meses y luego la cobraron cada mes pagando lo mismo o más del pago trimestral. Lo primero es lo primero y, en el orden del prioridad, están el control del despilfarro por las fugas y la prestación del servicio constante y todos los días a toda hora.
FASE TERMINAL
Así ha declarado el presidente de la república a la Caja de Seguro Social. No es para menos, porque la institución viene de ala caída hace casi 20 años. Hoy que se llama al diálogo y se intenta darle pronta salida a su crisis, todavía hay algunos sectores que creen que el problema se soluciona volviendo a un sistema ya caduco y con paros y huelgas como medidas de presión. Algunos de esos sectores, por cierto, han formado parte de la junta directiva de la Caja desde hace años; y la pregunta es: ¿Qué hizo la junta directiva durante tanto tiempo para evitar el desastre que es hoy el Seguro Social? Quieran aceptarlo o no son corresponsables de la situación. Hoy necesitamos aportes y esfuerzos serios para salvar el Seguro con el concurso de todos; es lo menos que pueden hacer por el bien de la seguridad social en Panamá.
CÓMPLICE SANDINISTA
El hacer y el deshacer del asilado en la embajada sandinista, violando las reglas del asilo político, es un acto que tiene como cómplice directo al sátrapa nicaragüense que somete a su pueblo a su entero placer. Aunque el gobierno del diminutivo de mulo también carga con esa complicidad, es la embajada y el país que lo admite en condición de asilado el que tiene la responsabilidad mayor; porque el hombre del perrito no podría estar en sus andanzas si no se lo permitiera quien lo tiene como huésped. Y si no lo creen así, échenlo a la calle y verán si nuestro gobierno lo protege o si la policía le echa el guante por orden judicial.
SATÉLITE FISGÓN
Los que cargaron para otra parte con las vigas que estaban destinadas para reparar el Puente de las Américas nunca pensaron que saltaría a la luz la culpa de su pecado. Fotograma por fotograma quedó registrada la forma en que se las robaron. El ojo del satélite los pilló en plena faena, utilizando grúas y camiones para llevarse esos bienes públicos. Ahora deben estar maldiciendo la hora en la que decidieron cargar con el acero, empleando sus viejas tácticas sin siquiera imaginarse que la tecnología los traicionaría y sacara a la luz pública la maldad de su alma pecadora. El asunto amenaza con ponerse candente y derretir con su fuego las vigas de la impunidad con las que esperaban sepultar su crimen. Es hora de cantar y lanzar un do de pecho para denunciar a los ladrones, antes que los investigadores empiecen a tocar puertas y sacar de sus escondrijos a esos bergantes.