Miércoles 5 de noviembre de 2025

COLÓN, COLÓN

Un día como hoy de 1903 las últimas tropas hostiles colombianas salieron de la ciudad de Colón, abandonando tierras istmeñas para siempre y consolidándose, así, el nacimiento a la vida independiente y soberana de la nueva República de Panamá. Ciento veintidós años después Colón enfrenta otro tipo de hostilidad: la violencia de las pandillas y la pobreza generada por la escasa formación técnica y la poca inversión privada que ayude a incorporarse al mercado laboral propio de las actividades económicas del área. Frente a esa realidad, muy pocos son los que quieren arriesgarse a invertir en un mercado con poder adquisitivo mermado y un ambiente de inseguridad que ahuyenta todo intento de establecer negocios en el lugar. Colón merece mejores días y la participación de su población es importante, para superar las barreras que le impiden progresar, principalmente la formación de su recurso humano y el rompimiento con el ciclo de la delincuencia.

LLUVIA QUE CAE DEL CIELO

Continúan las lluvias haciendo estragos en diferentes puntos del país. Desde las zonas rurales y urbanas se reportan daños cuantiosos que, incluso, se cobran con vidas humanas.  Acueductos rurales bajo el agua y afectaciones en monumentos históricos como en Portobelo son algunas de las consecuencias provocadas por las inundaciones. Pero esos hechos no son achacables a los gobiernos de turno, porque son accidentes o fenómenos propios de la naturaleza. En lo sí le cabría responsabilidad a las autoridades es en la falta de una planificación eficaz ante el cambio climático que nos obliga a modificar nuestras costumbres y la relación con el medio ambiente y la naturaleza. Y el primer paso sería levantar censo de vulnerabilidades amplio y completo, para una buena planificación de mitigación de riesgos causados por esos fenómenos naturales.

EL MUNDO ENCIMA

Tras el respiro del tun-tun de los tambores por los desfiles patrios, algunas figuras políticas enfrentan la dura realidad de verse cara a cara con la justicia. A uno de los que el mundo se le ha venido encima es al ex alcalde de San Miguelito, Héctor Carrasquilla, contra quien se ha ordenado el secuestro de sus bienes por parte de la Contraloría. Un veterano en estas lides, por los casos viejos que tiene en su haber por delitos cometidos contra administración pública. Ya veremos como campea el temporal pasando los golpes o, si por el contrario, le viene el recuerdo de su pelea con el coreano Soo-hwan Hong y la justicia lo noquea.

HURTO PECUARIO

La delincuencia en las apacibles tierras interioranas se ha incrementado y mantiene en vilo a los moradores de ciertas zonas provincianas, sobre todo el robo pecuario y agrario. El trabajo del campo es duro y fatigador, por lo que el despojo del fruto de ese esfuerzo por parte de los delincuentes se resiente en lo más hondo. No se trata solo de perder lo material, la planta que se cultiva o el animal que se cría, sino de algo más profundo: el robo mismo de parte de la vida misma del hombre y la mujer del campo. Aquí vale preguntarse: ¿Se justifica el robo de una gallina frente a un robo mayor como suelen decir algunos? Robo es robo y no importa la cuantía de lo robado. Por eso, cuando escuchemos decir que a un fulano lo meten preso por robarse una gallina o un saco de maíz, pensemos en el sudor de cada panameño del campo que se ve perjudicado por esos atracos y que deja profundas cicatrices en el alma campesina.