Crónicas en época del Coronavirus III

 Crónicas en época del Coronavirus III

Meditaciones y otras posibles estupideces en tiempo de ocio.

La bitácora

Por Ebrahim Asvat

No soy un experto de nada.   Para enfrentar al corona virus lo importante es encontrar una vacuna.  El resto es pura especulación.  Nadie es lo suficiente robótico para evitar por un descuido ser infectado.  Puede ser nuestra pareja, nuestros hijos, nuestros amigos o familiares.  Si existen contagiados asintomáticos la situación todavía es peor. La sociabilidad como una característica del ser humano no la podemos desprender de la noche a la mañana.  

Es cierto, usted podrá tomar sus precauciones. Lavarse las manos a cada rato,  fumigar objetos antes de tocarlos,  desnudarse antes de llegar a casa y ducharse con mucho jabón. Mantener el debido distanciamiento de dos metros con cualquier persona,  usar mascarilla al salir a la calle o en el trabajo. Pocos podrán sostener en el tiempo todas estas indicaciones a la perfección. Mientras tanto la única respuesta es “cuidarse lo mayormente posible sin ninguna garantía”.   

Las autoridades de salud aspiran con sus medidas  aplanar la curva de contagiados con el único objetivo de que el sistema de salud no colapse. (¿Pero es que no ya había colapsado sin el corona virus?) Nadie va a poder detener el contagio y la última información sobre contagiados asintomáticos complica mucho más la situación. En otras palabras, mientras no haya una vacuna espere su momento para ser contagiado y ojalá no se vaya usted al otro mundo.  Que el corona virus lo trate a usted  con cariño.  Eso usted solo puede pedírselo a Dios.  

Tome muchas vitaminas, manténganse saludable, haga ejercicios y esté claro que la capacidad de su propio cuerpo de enviar un ejército de anticuerpos para liquidar el corona virus  es su mejor arma de destrucción masiva.   Hay un principio filosófico denominado “El doble filo de la navaja de Ockham” y señala que en igualdad de condiciones la respuesta más sencilla suele ser la más probable.  

 No me importa cuando se produjo el primer contagiado. Que me importa si debieron cancelar los carnavales. Que me importa si las medidas no se tomaron a tiempo. La única verdad que me importa es el hoy y la zanja donde estoy hundido y como salir de la misma.  Nos estamos ahogando en respuestas y explicaciones, algunas de supuesta validez científica.  Ahora el país se lo queremos entregar a los científicos y médicos para que por razón del Corona Virus decidan si la cuarentena durará tres  meses o más.  En seis meses así,  la gente se morirá mucho más de otras cosas pues la vida en sociedad con todo su dinamismo es de la esencia. Sin ella no funciona la sociedad.  Entonces,  esa decisión involucra la participación de otras mentes que comprendan mejor la dinámica societaria.  No desprecio la sapiencia virológica  de médicos y científicos. Una cuarentena no puede ser prolongada y por la naturaleza contagiosa del virus solo sirve para generar una concientización del comportamiento humano para minimizar el contagio inclusive más allá de cuando se aplane la curva.

aldiapanama