Alcahuetería arrabalera o verdadera democracia
Por Avenabet Mercado
@AvenabetMercado
En esta jornada del nuevo Gobierno, proceso democrático que hasta ahora trata de llevarse con transparencia, urge a la nación de dirigentes que hagan diferencias entre los conceptos de comunicación efectiva en busca de dar respuesta la justicia social; a diferencias de aquellos trepadores políticos, que viven ejerciendo presiones en las organizaciones partidistas para seguir en sus alcahueterías.
De nada sirve al proceso democrático panameño que en las organizaciones se reciclen dirigentes. que en verdad no dan muy buenos resultados al ambiente político, quienes salen hoy y mañana vuelven a misma andanza.
Y en ese sentido los golpes que ha dado el poder Ejecutivo , al promover acciones donde se respeten aspectos fundamentales relacionados con las garantías de los ciudadanos, se debe observar de la mejor manera posible. El debate público, en la Asamblea Nacional, es necesario; pero esto no significa pisotear lo más puro principios políticos que nos da el desempeño democrático de nuestra nación, sistema que sí funciona, sistema que sí estabiliza principios justos y sistema que si aplica la ley y también nos da la libertad.
No habrá una verdadera democracia en Panamá si las Instituciones Públicas no se fortalecen mediante un proceso de transparencia, revisión de cuentas y acceso a la información. Tampoco podrá ser posible la democracia si el Gobierno Nacional no debate con los partidos de oposición y lleva a la Asamblea Nacional el tema de la Seguridad Pública o de reformas a la Constitución en un ambiente de altura, o más bien, pensando a cada instante en la justicia social.
Aquí las voces tendrán que empezar a unirse. El gran debate público tendrá que darse con la participación de los partidos políticos y también tendrá que organizarlo la Red Democrática Ciudadana.
Las acciones políticas del avance democrático se fortalece con principios ideológicos coherentes, y esta jamás puede ser impulsada en un ambiente donde existan dirigentes que por donde quiera que avancen solamente dejan el polvo de la ceniza para que nada pueda quedar en pie.
El Consejo de Gabinete, en su lucha por impulsar buenos proyectos, debe siempre escuchar los ecos del pueblo. No obstante, eso de nada significa que la democracia abanique a esos dirigentes que de gobierno a gobierno son como pulpos ahogando el porvenir de la nación.
No podemos vivir pisoteando los principios jurídicos más puro y justo. En el pasado gobierno se ejerció una persecución política. Observamos hombres y mujeres con rostros goteando y no por el calor o la brisa, sino por el dolor o la humillación.
Existieron madres con sus puños de silencio en cada boca, con largas cicatrices en su corazón que le bajan hoy como si fueran antiguos riachuelos. Es tiempo de dejarlo atrás, es tiempo en este gobierno de crear una nueva historia más justa porque la democracia reside en la ley, y no en el odio.
El presidente de la República, Laurentino Cortizo Cohen, en pocos días tendrá en sus manos documentos históricos que fortalecerán el porvenir de la nación. Esperemos que el lunes, después del Consejo de Gabinete, de a conocer los nombres de los magistrados principales y suplentes designados para la Corte Suprema de Justicia.
De ser así, esperemos se escojan a personas que tengan conocimiento, compromiso con el país; “pero, sobre todo, como dice usted señor presidente, carácter para saber cuándo decir si y cuando decir no”.