Barranquilla, Colombia /Agencias

Con éxito la constructora española Sacyr realizó la prueba de resistencia del puente Alberto Pumarejo, el más ancho de América Latina y que construye en la desembocadura del río Magdalena, la principal arteria fluvial colombiana.

El ingeniero David Ruiz, jefe de la oficina técnica de la obra, sostuvo que «las pruebas de carga que hemos venido haciendo desde octubre corresponden a cinco fases del total de pruebas vehiculares y esta es la quinta sobre el tramo atirantado, que es la más importante y empezó el día de ayer». La lobra, que será inaugurada el 20 de diciembre.

Este puente hace parte de las obras de infraestructura que se están ejecutando en Colombia para mejorar su conectividad y competitividad.

Ruiz señaló que para la prueba de resistencia se utilizaron 32 camiones cargados cada uno con 29 toneladas de materiales que se ubicaron en los diferentes lugares del puente para hacer mediciones de los desplazamientos verticales y horizontales que tienen tanto el tablero como los pilones del puente.

«Esos valores de desplazamiento se verifican con los valores esperados en el modelo de cálculo y se contrastan para dar un parte positivo de que la estructura va a funcionar adecuadamente como se tiene esperado», precisó el ingeniero.

«El próximo 20 de diciembre el presidente Iván Duque entregará a la Región Caribe el nuevo Puente Pumarejo, el más grande de Colombia. Como Gobierno sentimos gran satisfacción por la inversión realizada y por el desarrollo que traerá a Barranquilla», escribió en Twitter la consejera presidencial para las Regiones, Karen Abudinen.

Con el puente, el más ancho de América Latina y que permitirá la navegación de grandes embarcaciones, se espera fortalecer las condiciones portuarias, industriales y comerciales de la zona.

La estructura tendrá dos calzadas de tres carriles cada una, 2,2 kilómetros de longitud, un kilómetro de viaductos y accesos, 3,2 kilómetros de andenes peatonales y otros 3,2 kilómetros de ciclorruta.

El nombre de Alberto Pumarejo fue colocado en honor al dirigente barranquillero que impulsó el puente construido en 1974, que oficialmente recibió el nombre del expresidente Laureano Gómez, pero que siempre fue conocido con el nombre del otro político.