Docentes para las escuelas, no para la política
Por Avenabet Mercado
No se puede seguir viviendo en el mismo camino que siempre se ha estado. Combatir la pobreza también significa invertir en el desarrollo de la educación para impulsar a Panamá con pasos firmes hacia un mejor porvenir.
No es justo que con tantas inversiones en Panamá existan regiones donde el nivel de desarrollo tecnológico, que nos da la ciencia, jamás llegue en forma eficiente a las escuelas; pero si por casualidad llega, esa limosna gubernamental va cayendo como si fuera una gotita de agua.
Y Panamá tiene que dolernos a todos, es nuestra nación. Hay suficientes evidencias de escuelas ranchos en zonas rurales donde los niños para estudiar no tienen pupitres en que sentarse y si existen, sus sillas son bancas de tablones más duro que una piedra.
El desarrollo educativo no puede ser sustentable mediante un proceso administrativo donde el apoyo económico llega a las escuelas como si fuera gotitas de agua.
En beneficio de la educación en Panamá el jefe del Estado puede apoyar a aquellas escuelas donde un estudiante jamás ha podido ver de cerca una computadora y sí la vez, es del docente o la secretaria. Puede el mandatario de la nación lograr efectos positivos, pero es necesario el apoyo de todos los ciudadanos impulsando el mismo tren del desarrollo social.
En la actual coyuntura de crecimiento económico que hoy vive Panamá, es doloroso ver como aumenta el deterioro y deshumanización de la educación. Todo es un negocio y nadie dice nada. Las escuelas ranchos se destruyen en base a buenas ejecutorias administrativas.
No podemos seguir viviendo con un sistema que se ha ido generando en base al mercantilismo y elitismo de la educación, se ha establecido un sistema educativo perverso cuyas consecuencias más visibles son: deterioro absoluto de la escuela pública, degradación personal y social de los docentes, discriminación social frente a sectores de menos recursos económicos, entre otros aspectos.
Los tiempos cambian. Jamás debe dársele la espala a aquellos conceptos de una enseñanza laica, gratuita y obligatoria desde el nivel pre-primario hasta abarcar el ciclo secundario completo y en igualdad de oportunidades para el acceso a niveles superiores de la educación. Hoy en muchos centros educativos se ha permitido el fomento de todo tipo de violencia, dentro y fuera de la escuela; además, desorientación vocacional y más que todo, pérdida del sentido que dignifica la labor de aprendizaje y docencia.
Es responsabilidad del Estado cumplir con la educación, pero para lograr mejores metas se debe bajar el activismo político en las escuelas del país, tanto de docentes como de estudiantes. Urgen docentes para las escuelas, no para las políticas partidistas
De ahí pues, esperamos que el Ministerio de Educación (MEDUCA), bajo la ejecutoria de la ministra Maruja Gorday de Villalobosa, pueda tener mejores resultados educativo que aquellos,recientes titulares, que llegaron como el vuelo de cuatro vientos al ministerio y no dejaron ningún mérito de que hablar para el porvenir de la nación.
.