Buenos Aires / Agencias

La medida de China de reducir aranceles a más de 850 productos de importación a partir del 1 de enero constituye «una decisión positiva» que beneficia el comercio mundial y ratifica el camino a la apertura asumido por el país asiático, opinó el investigador argentino, Lucas Gualda.

La decisión anunciada por la Comisión de Aranceles Aduaneros del Consejo de Estado contempla la baja provisional de aranceles a una gama de productos, entre los que se incluyen la carne de cerdo congelada, aguacates congelados y jugo de naranja no congelado.

En informaciones de la agencia Xinhua se destaca que en la lista figuran también componentes para la fabricación tecnológica además de un impuesto cero a algunos productos farmacéuticos para el tratamiento del asma y la diabetes.

«Es una decisión positiva pues los bienes incluidos en la decisión de Beijing, de reducir los aranceles, son en su gran mayoría productos o componentes de artículos de uso diario», sostuvo Gualda, becario del Ministerio de Cultura y Turismo de la República Popular China en el programa «Visiting Program for Young Sinologists».

«Esta decisión de reducir aranceles puede servir a China para recordar al mundo que un liderazgo global diferente es posible», agregó el académico entrevistado por Xinhua.

En versión de Gualda, esta medida, además de favorecer el poder adquisitivo de los ciudadanos chinos y americanos, beneficiará al resto de los países constituyendo una oportunidad para naciones como Argentina que han comenzado exportar carne de cerdo a China.

Las tasas impositivas provisionales a los 850 productos son inferiores a las tasas arancelarias de nación más favorecida (NMF) contemplada en la Organización Mundial del Comercio (OMC).

«En cuanto al comercio mundial, será interesante ver cómo el caso de los aranceles que mejoran los números establecidos por el concepto de la ‘nación más favorecida’ se extiende hacia el resto de los países», añadió el también asesor en el Senado argentino.

«China hace años que se convirtió en una oportunidad para países productores de alimentos y otras materias primas. Estos más de mil 400 millones de consumidores se quedarán allí por un par de décadas y Beijing, con esto, hace un gran gesto al resto de la comunidad global», opinó el académico.

Sin embargo, acotó que también depende de cada Estado el «definir políticas públicas que permitan aprovechar la situación».

Para Argentina, que ha comenzado la exportación de carne de cerdo al país asiático, esta baja provisional de aranceles «le permite continuar en la senda positiva que inició hace unos años» y favorecerse, al igual que otros países, a pesar de un contexto comercial de amplias tensiones «que ha sacudido al mundo entero».

Sostuvo Gualda que con esta decisión, China ratifica «el objetivo chino de rejuvenecer la economía» a partir del beneficio compartido entre los distintos actores que conforman el sistema multilateral.

«Pensar en la visión ganar-ganar en términos de Estados, empresas, medio ambiente, consumidores, en definitiva, la sociedad en su conjunto, permitirá la consecución de ese gran sueño de manera sustentable», concluyó el académico.