Por Olmedo Beluche

En medio de la contienda electoral en EEUU, los intereses de reelección del Presidente Trump, la guerra económica contra China, su crisis económica y ahora el contagio masivo de la población con coronavirus, que además traerá como problema inmediato el colapso del sistema de salud público y privado, el Gobierno de EEUU ha decidido ofrecer 15 millones de dólares por la captura del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro y a catorce funcionarios más de su administración. Son acusados de narcotráfico internacional y terrorismo. 

Nadie puede tomar en serio estas acusaciones proviniendo del gobierno imperialista invasor cuyo país es el mayor productor, consumidor de drogas del mundo y el centro financiero en que se lavan cada año miles de millones de dólares actividades del narcotráfico y otros actos ilegales provenientes de todo el mundo. 

¿Pero a qué vienen estas acusaciones? Es una cortina de humo para desviar la atención de la inminente muerte masiva de sus ciudadanos a causa de errores graves y costosos del gobierno de Washington. Estos decidieron, en primer momento, como política de Estado, no hacer nada para contener la pandemia del COVID-19. Tardíamente cambiaron sus políticas a mitigación y se rehúsan hasta la fecha aplicar medidas de supresión. 

Sus principales errores han sido: garantizar el mercado sobre la vida y así exponer a millones a contraer el virus y condenarlos a la muerte masiva en un país donde el sistema de salud es preferentemente privado; los fallos épicos de fabricación en las pruebas de diagnóstico, la decisión de evaluar a muy pocas personas, la demora en ampliar las pruebas a los laboratorios fuera de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y el desmanejo en la cadena de suministro. 

Estos problemas, señalados por propios republicanos como Peter Wehner, en la revista The Athlantic, han dejado al gigante del norte ciego y muy rezagado. Durante algunas semanas cruciales lograron crear una falsa sensación de seguridad. Sin embargo, esa falsa sensación permitió que el coronavirus se propagara en silencio durante varias semanas sin que la población se enterara del hecho. Los esfuerzos de contención y mitigación pudieron haber disminuido significativamente su propagación en un punto crítico temprano, pero desperdiciaron esa oportunidad. 

Ante la catástrofe que se avecina, el Polo Ciudadano lamenta profundamente, que Donald Trump ha preferido crear su circo, como aquellas falsas acusaciones contra Irak en el año 2003, que atender sus problemas de salud, económicos y sociales. 

En este orden el Polo Ciudadano pronuncia lo siguiente: 

1.- Lamentamos profundamente todos las pérdidas de vida como resultado de la ineficacia del gobierno de Washington y de los intereses mezquinos de los grandes capitales que se oponen a tomar medidas de supresión del COVID-19.

2.- Rechazamos toda injerencia del gobierno de EEUU, y de cualquier otro, en los asuntos internos de otros países. En este momento resalta el asedio permanente sobre el pueblo venezolano. Queda evidenciado nuevamente que Estados Unidos no lidera nada, sólo sus ínfulas de policía del mundo con sus medidas masivas contra la humanidad.

3.- Respaldamos al pueblo venezolano en sus anhelos históricos de construir una sociedad sin desigualdades sociales, de mantener su soberanía y de constituir la paz entre los grupos que la componen.

4.- Desde Panamá abrazamos la idea de la patria grande de todos y todas las trabajadoras y los trabajadores del continente.