Por Jorge Zúñiga Sánchez
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No hay ciudadano que durante los últimos tiempos, no haya cuestionado la lentitud y selectividad del funcionamiento judicial en la investigación y juzgamiento de los casos penales de «alto perfil».

Por la falta de respuestas «justas» de parte de las autoridades competentes, llegamos a entender que se les «resbalaba» el sentir ciudadano, y seguían su subir «como si nada».
Los juzgados y fiscalías están cerrados, a causa de la cuarentena decretada debido al COVIR-19. Así que como los «términos están suspendidos», las quejas contra la justicia desaparecieron.

La crisis sanitaria tomó al país de sorpresa, situación agravada por las severas limitaciones presupuestarias que enfrenta el gobierno de Nito. La causa del «desmadre» financiero apuntan a la fiesta que se hicieron con los fondos públicos durante los últimos 10 años.

Llevamos años conociendo las bellezas que hicieron con las arcas estatales, y la justicia nos tiene mareados con «palabrerías y leguleyadas», y los responsables se burlan de todos disfrutando como si nada de los lujos y comodidades, obtenidas por vías delictivas.

Muchas fuerzas poderosas han influido con éxito, en la paralización de la labor judicial. Hoy la crisis sanitaria nos tiene contando muertos y cientos de contagiados, cuyas vidas peligran a causa de los pocos recursos con los que se cuentan.

En nombre de esos hombres y mujeres que pudieron recibir una mejor atención médica y una mejor respuesta humanitaria, debemos exigirle a la justicia que con prioridad decida los casos de «cocotudos» plácidamente dormitan en un archivo judicial, esperando que con la complicidad de algunos funcionarios, mañana se declare su «muerte técnica».

Mañana todos celebraremos el fin de esta pesadilla. La celebración será incompleta, si los funcionarios que en 10 años «robaron pero hicieron», caminan campantes por nuestras calles…¡como si nada!
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Pocho Zúñiga Sánchez
Panama 05 de abril de 2020