Por Pocho Zúñiga Sánchez

No puedo ocultarles que mis simpatías hacia el Presidente Nito Cortizo crecen cada día, pues el temple con el que está enfrentando la crisis sanitaria creada por el coronavirus (COVID-19), me confirman que fue muy acertada la decisión de muchos de ponerlo en la silla presidencial.

No era de extrañarnos que desde el día 01 de su gestión presidencial, la ejecución de cada decisión política o administrativa, encontraba un mar de obstáculos sembrados materiales, deliberadamente por los gobiernos anteriores, para dificultar al máximo sus esfuerzos de gobernar.

No esperábamos que por estas circunstancias recibiera indulgencias ciudadanas, y sabíamos que las criticas arreciarían a medida que la gente no viera soluciones a sus problemas y necesidades, matizadas por las campañas de sus opositores que celebrarían con «bombo y platillos» su fracaso.

Esa es la dinámica normal de la democracia panameña, al parecer todo indicaba que el quinquenio 2019-2024, no sería la excepción.

Y no habíamos quitado el arbolito, cuando recibimos una visita indeseable, del CORONA VIRUS, y se le enredó la vida a todos. De muy poco servían las fortunas y los apellidos, ni había lugar sobre el planeta al que pudiéramos tratar de escapar buscando ponernos a salvo de la plaga.

Desde entonces, la imagen de Nito y su equipo de emergencia, se han convertido en nuestros invitados dentro del encierro impuesto. En esas apariciones, anuncian el avance del virus y el resultado de los esfuerzos institucionales de salvarle la vida a la mayoría de los panameños, y también el anuncio de las muertes que viene cobrando la plaga maldita.

Con estas líneas iniciales, intento destacar un punto: CUALQUIERA PUEDE ENCONTRAR ERRORES EN LAS DECISIONES DE NITO, PERO NO ES CUALQUIERA QUE AGUANTA LA PRESIÓN DE ESTOS ANGUSTIOSOS MOMENTOS.

Nadie niega que habrán personas cercanas al gobierno, prestas a darle un zarpazo a las arcas públicas, tras la forma de una contratación fraudulenta. Si alguien es conocedor de ello, hay que denunciarlo ante las autoridades competentes. No hacerlo y manejarlo como un ataque directo a su gestión, es un golpe bajo, pues si se pierde la confianza en la conducción de Nito, los mayores perjudicados provendrán de aquellos sectores para los que hay prioridad atender.

Es inevitable que el 2024 llegará cuando deba llegar. Desgraciadamente, los ataques a Nito tienen un anticipado objetivo electoral.

Adelante Señor Presidente…Ud. cuenta con apoyo de muchos porque….. ¡Su equipo está haciendo las cosas bien.¡

Pocho Zúñiga Sánchez ( 8 de abril de 2020)