Respiradores mecánicos: el nuevo oro mundial
Por Luis Alberto Díaz Jr.
La rebatiña por los respiradores mecánicos es la guerra de supervivencia que enfrenta a los países de la comunidad internacional. El aparato médico es el artículo más preciado del momento, convirtiéndolo en el nuevo oro mundial que se precisa para atender la demanda de salud por la pandemia del Covid-19.
Panamá no escapa a esa guerra y, recientemente, ordenó la compra de 100 respiradores mecánicos con característica dual, invasivos y no invasivos, y que sean portátiles, a un precio de 48,950 balboas por unidad; monto que algunos consideran excesivo y que ha provocado que se inicie una investigación debido a la polémica causada.
Independientemente de lo justo o no del precio, lo cierto es que la escasez y la demanda del producto ha llevado a elevar los precios entre un 300% y un 500% de los que tenían antes de la pandemia. Un ventilador cuyo precio era de 5,000 o 10,000 dólares, hoy se cotiza a 25,000 o 30,000 dólares en el mercado internacional, con entrega a 3 o 4 meses. Panamá dice haber acordado un plazo de entrega de 10 días para los 100 que ha encargado por valor de 5.2 millones de dólares.
Un medio digital y otro impreso, vinculado uno a sectores de la izquierda local y el otro a un polémico personaje político panameño, desataron la polémica sobre el tema. Uno de ellos, incluso, publicó el precio de eBay por el respirador mecánico AHP 300 Allied que encargó el gobierno, tasándolo en unos 5,000 dólares. Pero, al realizar una búsqueda en eBay, el respirador aparece como producto agotado, por lo que es casi imposible que algún hospital o país pueda, en este momento, hacerse de uno a ese módico precio, al menos por eBay, e imposible, también, establecer de primer momento la lesión patrimonial contra el estado basándose en el portal de compras electrónicas.
La carga que pesa sobre el gobierno nacional es muy fuerte, sobre todo por cuestionables contratos de compras y servicios que se intentan hacer en este tiempo en el campo de la salud y que involucran millones de dólares del erario público; por lo que se hace urgente una aclaración en detalle y convincente de la adquisición de los respiradores en cuestión.
Consultando medios internacionales como la BBC e Infobae, por ejemplo, hemos constatado la guerra mundial que se vive por la provisión de los respiradores mecánicos. No solo es el alto precio que debe pagarse, sino obtener una fuente segura para ser abastecido de ellos. Países que están distantes de los centros de producción de los ventiladores de cuidados intensivos temen, incluso, que sus pedidos puedan ser confiscados por otros países al hacer escala en ellos. Otros, que tienen los medios para fabricarlos, al ver copada su capacidad de fabricación, recurren sus empresas automovilísticas para construirlos con carácter de urgencia y proveerse, así, de esas máquinas que, hoy por hoy, son el bien más preciado en todo el mundo.
En el caso de Panamá, la investigación no debe suspender el pedido de los 100 ventiladores que requiere el Ministerio de Salud, porque no estarán allí esperando a que ese proceso termine. En medio de esta guerra por los ventiladores mecánicos, lo más probable es que ese pedido se desvíe a otro país si el nuestro demora en hacerse de ellos. Los respiradores bien pueden llegar a Panamá, sin que ello dé por agotada o suspendida la investigación.
Frente a los cuestionamientos y las dudas que provoca la polémica compra, el gobierno debe recurrir a la transparencia total que el caso amerita. Revelar el precio dado por el fabricante al proveedor que contrate el estado, los costos de flete que se pagaron, y la ganancia que obtiene el proveedor al vender los respiradores al estado panameño. De esta manera, el público sabrá cuánto en realidad nos costaron los ventiladores mecánicos, el porqué de su alto precio, y si hay un margen razonable de ganancia para el proveedor de esos equipos al estado.