Una nueva economía estratégica para Panamá
Crónicas en tiempo del Coronavirus
Esta pandemia es un “game changer” , un cambio de paradigma y tendrá implicaciones en toda la vida social y económica del país. Cuando algunos países, entre ellos los Estados Unidos, decidieron prohibir la exportación de productos médicos necesarios para combatir la pandemia le dieron muerte súbita al paradigma de los últimos treinta años sobre la apertura de mercados. Los mercados están abiertos hasta cuando los Estados poderosos comercial e industrialmente así lo decidan en perjuicio de los países menos desarrollados o más débiles.
La prohibición a la empresa 3M de exportar mascarillas N95 a países latinoamericanos es una clara demostración que ese principio de apertura de mercados está subordinado a la seguridad estratégica de los Estados. Echen al basurero los acuerdos de libre comercio y los principios económicos adoptados en los últimos treinta años y revisemos los conceptos de “integración económica”, “comercio libre”, “globalización”, “apertura de mercados entre otros. Todos estos conceptos deben pasar por el prisma de la economía estratégica de las naciones.
La vida humana de un norteamericano u europeo vale más que la de un panameño, latinoamericano o de cualquier otra región cuando la medidas de los países impiden el accesos a bienes y servicios que son necesarios para sostener la salud, la vida o el bienestar de las demás naciones. Esta es una lección que esta pandemia debe enseñarnos para reformular nuestra política agropecuaria, manufacturera e industrial. Necesitamos una base económica de sostenibilidad en aquellos sectores de la cual depende nuestra viabilidad como nación.
Para ponerlo en términos sencillos. Necesitamos producir para comer nuestro propio arroz, nuestros propios aguacates, nuestra propia leche, pollo o carne, nuestro propios alimentos que son estratégicos para nuestra sostenibilidad. Igualmente dentro del área manufacturera propiciemos una política de producción estrátegica de aquellos productos o rubros para no caer víctimas de un embargo temporal por la sencilla razón que el Estado productor considere necesario salvar o garantizar primero el insumo a su propia población antes de cumplir con una obligacion comercial o humanitaria con otros. Fijense en la amenaza formuladas por el Presidente Trump a la India. Si no me vendes tabletas de hydroxycloroquina (supuestamente efectivas para combatir el corona virus) te someteré a sanciones económicas.
La cuarentena en países altera todo la cadena de suministros en el mundo. ¿Estamos preparados para afrontar una cuarentena de los países exportadores de productos alimenticios? Con ello no estoy hablando de autosuficiencia alimentaria. Esa realidad es indiscutiblemente imposible pero sí creo conveniente la necesidad de ir fortaleciendo el sector agropecuario y cerrando el país a los productos básicos del consumo nacional a efectos de contar con una producción lo suficientemente capaz de atender las necesidades nacionales. Igualmente propiciemos más empresas constructoras panameñas en el sector construcción y limitemos el acceso a las empresas extranjeras.
No sé porqué con tantos ingenieros civiles panameños no podemos construir nuestras propias carreteras, puentes, hospitales, escuelas. Es un absurdo que las licitaciones públicas de obras de infraestructura básica estén abiertas a empresas internacionales. Empecemos por cuidar nuestra riqueza y privilegiar a los nacionales en los contrataciones del Estado, ya sea en productos o servicios requeridos.