Crónicas en tiempos de coronavirus XII
La apertura económica y social
Las condiciones para la apertura de la vida social y económica del país bajo las circunstancias muy particulares en las que nos encontramos no podrá ser inmediata. Hay todo un plan basado en sectores. Sin embargo, no analiza el impacto del contagio según el área geográfica.
Por ejemplo, que la economía y la vida social dentro de la provincia de Bocas del Toro o Darién regrese a la normalidad es mucho más fácil de implementar por la poca incidencia del coronavirus en dichas provincias. Algunos controles terrestres hacia la provincia podría minimizar el número de contagiados o controlar la situación a un grado cero. La situación en las provincias de Panamá, Colón y Panamá Oeste sin embargo es de mayor atención. Es donde se concentra el mayor foco de contagio de todo el país.
Una apertura escalonada del país debería empezar por áreas geográficas, dándole mayor libertad a las provincias fronterizas y centrales y mayor precaución en las zonas urbanas de la zona de tránsito. Pretender abrir la ciudad por sector no es ninguna garantía de una vuelta a la situación de contagio masivo que nos obligue a una nueva cuarentena.
En mi opinión dejar que las provincias centrales y fronterizas tengan sus propias actividades económicas y sociales funcionando por etapas es el primer paso y un cerco a las zonas urbanas mediante el cierre de los puentes con acceso a la ciudad para vehículos fuera del transporte de carga. Esto permitiría a las autoridades de salud focalizar su atención en los corregimientos más críticos. La ciudad de Panamá y Colón así como Arraiján y Chorrera tienen otras características propias de zonas urbanas de alta densidad.
Siempre recuerdo los procesos sanitarios impuestos por el Dr. Williams C. Gorgas cuando se impuso la tarea de sanear las ciudades de Panamá y Colón. Las dividió en sectores y empezó un proceso por etapas en cambios de conducta humana, además de inversión en infraestructura sanitaria. Lo que hicieron los doctores americanos con ambas ciudades a principio del Siglo XX le cambió el rostro al país. Las ciudades de Panamá y Colón eran pequeños infiernos infectados por distintos tipos de enfermedades tropicales e inmundicia. Fueron esos doctores americanos los que nos enseñaron hábitos de higiene y además técnicas sanitarias que han venido aplicándose a lo largo y ancho del país.
Hoy debemos atender los focos de contagio por áreas. Invertir más tiempo y esfuerzo en aquellas áreas donde el contagio es más acentuado. Aislar otros sectores de la ciudad para evitar la propagación del Corona Virus en esos sectores. Desde el principio sabíamos que los corregimientos de San Francisco, Juan Díaz eran las áreas donde el número de contagiados era mayor. Si el esfuerzo se hubiera concentrado en estos dos corregimientos quizás los números serían distintos hoy.
Hay una realidad, los contagios provienes del exterior y los viajeros provenientes de Europa y los Estados Unidos fueron los que lo importaron a Panamá. ¿Quiénes viajan con mayor regularidad? La clase media y alta. Donde se concentra la clase media y alta. Allí está el origen del contagio y es donde la atención debió ser prioritaria. El posterior contacto con trabajadores y otras personas condujo el corona virus a los suburbios. Esa es la verdadera historia de cómo se inició.