El Escorpión
Los políticos l:
Zhon Nashan, el científico chino conocido como «El Héroe del SARS», reveló que las autoridades chinas lo enviaron a Wuhan, sin decirle la realidad de lo que ocurría allí. Cuando llegó se encontró en medio de la tormenta y viajó a Beijin, para decirle a los meros meros del Partido Comunista que declararan el cerco sanitario total. Como siempre, los políticos tirándoselas de vivos y preocupados más por su imagen. Que tomen nota los nuestros.
Los políticos ll: Y a propósito de políticos, el carismático Nayib Bukele amenazando con no pagarle el salario a los diputados y magistrados de su país, para pagar a funcionarios de primera línea y dar medicinas y alimentos a la población. Aunque aplaudida la amenaza por sus simpatizantes, el joven mandatario parece olvidar que tiene la obligación de mantener la gobernabilidad y el respeto a la separación de poderes en El Salvador. !Cuidado lo pica el escorpión!
Policía Nacional :
En la línea de los aplausos, esta semana un grupo de mozalbetes armados dispararon contra agentes de la policía nacional. Algunos celebraron la osadía de los delincuentes a través de las redes sociales por haber hecho recular a los policías a punta de bala. No es cosa de relajo: esos pilluelos armados también usan sus armas para asaltar, herir y matar al ciudadano común. Esa actitud es una ponzoña mortal.
Diputados y silla:
El actual presidente de la Asamblea, Marcos Castillero Barahona, parece que le ha gustado la silla presidencial del legislativo, porque ha manifestado sus intenciones de seguir calentándola. Según él, lo ha hecho bien al frente de la casa de los diputados, ahora falta saber qué piensan sus colegas; sobre todo, los que también desean cobijarse en el cálido cuero del solio presidencial de la Asamblea Nacional.
CSS y sastre:
Por los lados de la Caja de Seguro Social el fuego de la insuficiencia financiera para pagar las pensiones parece coger fuerza. Entre la desidia de los últimos gobiernos y los eternos de la junta directiva recae la principal culpa de tanta irresponsabilidad. El momento reclama un traje nuevo y no remiendos del viejo, que no da más. Ahora solo falta un buen sastre y un género telar de alta calidad.