La economía post pandemia
Nunca antes hemos vivido una situación a nivel global como esta pandemia. Se ha paralizado al mundo y retornar a la normalidad no será fácil. Las economías no se recuperan luego de un evento como éste. Hay empresas que cerrarán operaciones. Otras verán su planilla de colaboradores reducidos. Las estimaciones de desempleo son muy altas y sin capacidad creativa, de innovación y flexibilización no lograremos recuperarnos.
Es por ello que en anteriores bitácoras señalé la necesidad de la flexibilización del Código de Trabajo en temas como trabajos a medio tiempo, jornadas sin recargos, teletrabajo entre otros temas de importancia. El objetivo nacional debe ser preservar los puestos de trabajo. Una vez las personas se integran a la economía las cosas empiezan a funcionar. Pero esto no será todo lo necesario.
Si bien el Estado deberá ser más eficiente no debe tener el menor temor de inyectar inversión en proyectos donde se pueda se requiera mucha mano de obra. Mantenimiento de carreteras, instalaciones, terminar las obras inconclusas y las proyectadas. No importa si eso involucra seguir endeudándose. No tenemos moneda propia, ni banco central. Al Estado se le exige eficiencia, transparencia pero no impulso económico.
Ese impulso de la inversión pública será vital para el país. Cualquier política de austeridad económica nos conducirá a una recesión prolongada con problemas de gobernabilidad y estabilidad. El otro aspecto que nos ayudará a mejorar la competitividad es acelerar el proceso de digitalización del aparato gubernamental. Esta esperiencia nos debe servir para impulsar la competitividad.
La Autoridad de la Innovación Gubernamental debe ser el eje de esta transformación y tenemos cuatro años para completarlo. Todo el aparato gubernamental debe digitalizar sus procesos, sus pagos, sus trámites de tal forma que el país de un salto cuantitativo en su indice para hacer negocios. En esta estrategia hay que incorporar al Sistema de Justicia del país.
Nos hemos dado cuenta durante la pandemia las dificultades de hacerles pagos al Estado, al Seguro Social. La imposibilidad de realizar trámites, de realizar transferencias dinerarias a los sujetos de alto riesgo social. La bancarización de toda la población panameña así como innovar con distintos medios de pagos por herramientas digitales se hace una necesidad urgente. Si esta pandemia sigue debemos lograr minimizar el contagio y a la vez aprovechar las oportunidades de esta nueva normalidad.
No hay necesidad de crear tantos bloques de apertura si a toda la poblacion se le exige utilizar mascarillas, distanciamiento social en las empresas y lugares públicos, el hábito obligado y hasta exigido por las empresas del lavado de manos o desinfectación. Esto tiene más sentido en vez de prolongar la cuarentena.
En conclusión, poner dinero en la calle ayuda a la economía. Mientras más personas consigan un empleo o puedan desarrollar sus actividades económicas más rápido salimos de esta crisis. Y otra cosa, los ricos deben ser holgados y gastar. No es el momento de ser conservadores sino tomar riesgos y mirar hacia el futuro que sigue estando abierto.