Reconstruir una economía herida
La reciente decisión de establecer una moratoria para el pago de las obligaciones financieras que se extiende hasta diciembre del 2020 nos debe llevar a una reflexión mas profunda. La lectura del gobierno frente a la crisis es de una extensión de por lo menos siete meses. Estamos en un atolladero económico proyectado hacia el año entero. Esto en buen panameño debe entenderse. Muchos perderán sus puestos de trabajo. Empresas no podrán pagar sus gastos de operación y se verán obligadas a cerrar. Negocios verán disminuidas sus ventas y por ende sus necesidades de personal. Los costos de operación se verán reducidos al mínimo para poder subsistir. Todo esto producirá una contracción económica hasta tanto se descubra una vacuna o se retorne la confianza de los ciudadanos a sus hábitos y costumbres de consumo.
Hace unos días mencioné al Corona Virus como un “game changer”. La vida económica no será igual. Habrá un antes y un después. Algunos negocios se transformaran. Por ejemplo: restaurantes de mesas a entregas a domicilio. Tercerización de mensajería, compras por internet. Conferencias, reuniones y seminarios virtuales, disminución de los viajes por negocios o turismo. Contactos virtuales a través de medios electrónicos. El distanciamiento y la poca interacción humana o social llegó para quedarse.
Resulta sumamente difícil resolver a corto plazo el tema del desempleo galopante generado. Esto va a requerir de alguna forma niveles de flexibilización del Código de Trabajo, algunos cambios en la tributación nacional y nuevos esquemas de financiamiento a los sectores productivos. Vamos a ingeniarnos para sobrevivir o mantener a la poblacióneconómicamente activa. El panorama no se pinta alentador pues debemos entender además la resistencia natural de los cambios en las personas. Cuando te mueven el piso necesitas mantener el equilibrio. De no ser así vas al suelo.
Y me recuerdo un libro extraordinario de Nassim Nicholas Tayeb “Anti-Fragil”. Se lo recomiendo a todos pues nos enseña como enfrentar una crisis no prevista. Es el mismo autor del famoso libro “Cisne Negro” (Black Swan). Tayeb considera esta pandemia como algo que podía ser previsible por lo que descarta llamarlo así. No voy a entrar a discutir si el Cisne es Blanco o Negro. La realidad es si estabamos preparados para esto y si vamos a prepararnos para futuros escenarios similares.
Siento todavía poca atención gubernamental sobre este tema pero en realidad no me importa. No debemos depender ni esperanzarnos en el gobierno para resolver nuestras tareas individuales. Cada empresario, cada profesional, cada informal como cada trabajador debe hacer su parte. Estos son momentos de sobrevivir y para ello cada quien a su manera deberá buscar sus propias soluciones. Quien se acuesta con el gobierno amanecerá ya usted saben cómo.