La economía del país crecerá tras el Covid-19
Contrario a los malos augurios la economía podría crecer rapidamente al levantarse las restricciones impuestas por la crisis del Covid-19.
Por Por Luis Alberto Díaz / Jr@ladiazjr
En el análisis social de la economía existen dos elementos importantes a considerar: la realidad de la infraestructura económica y los posibles eventos y escenarios que podrían ocurrir en el corto y largo plazo. Toda predicción se fundamenta en ellos; lo demás es accesorio y complementa o sustenta el resultado que se predice.
La economía panameña, como toda economía, es dinámica y sufre cambios constantemente. Con varios años de desaceleración a cuestas, ya la nuestra estaba en vías de transformación, aunque de una manera lenta. Con la crisis del coronavirus, esos cambios se acelerarán y favorecerán a las empresas que ya habían iniciado su migración hacia la etapa tecnológica. Estas, por cierto, son las que han podido capear mejor el temporal con el teletrabajo y el comercio electrónico que ya habían experimentado de manera parcial. Las otras, que con la crisis se han visto forzadas a recurrir a las herramientas tecnológicas o a suspender operaciones, estarán en clara desventaja cuando llegue la apertura total.
Si recordamos lo que ocurrió con la economía y el ambiente empresarial del país, tras la Invasión de 1989, podemos vislumbrar una fuerte transformación de las empresas panameñas. Contrario a aquel tiempo, en que la infraestructura económica estaba casi destruida, con las empresas descapitalizadas, y la carga de varios años con adversidades financieras, fuga de capital y de talentos, y la crisis restringida a la economía local, el momento actual se caracteriza por una crisis global y de unos seis meses de duración, aproximadamente, antes de que sea abierta toda la actividad económica.
Con un bajo crecimiento forzado por las circunstancias, es casi probable que tengamos un crecimiento más acelerado de lo pensado. Aunque en los próximos dos años el empleo se verá afectado duramente, no es menos cierto que la mayoría de los empresarios intentará salvar sus empresas y modernizarse, diversificando su oferta mercantil y contratando personal capaz de lidiar con las tecnologías y el comercio electrónico. Sin duda, el nuevo virus empresarial será la búsqueda del crecimiento y el uso de herramientas tecnológicas, para migrar a un novedoso modelo de negocios.
Así las cosas, quienes más sufrirán el desempleo serán aquellos que no tienen estudios ni formación para desempeñarse con las tecnologías actuales. Las personas mayores de 50 años y los que han desertado de la escuela serán las principales víctimas, ocasionando una fuerte carga social para el estado y la sociedad en general.
Panamá, luego de un par de años de adecuación a esa nueva realidad, tendrá una década de transformación y crecimiento económico muy fuerte. La población joven, aficionada a la tecnología, será un punto fuerte en esta transformación. Sin duda, y ya hay muestras de ello, entre la juventud surgirán emprendedores y expertos en tecnología que transformarán el mundo empresarial panameño. También habrá otro importante núcleo de población que quedará rezagado, por su poca dedicación y motivación para el estudio y el emprendimiento. Hacia este grupo habrá que dirigir los programas de desarrollo social, si no queremos una profundización de la pobreza y el desempleo.
Vislumbro un futuro panameño con más empresas tecnológicas, mayor inversión a través de la asociación público – privada, y un emprendurismo vigoroso, lo que redundará en mayor crecimiento económico. Eso si, siempre y cuando ocurra la adopción de leyes que faciliten esa gestión y se practique una actitud ética en todos los campos del quehacer nacional.
El reto está, pues, en que la empresa privada y el gobierno comprendan y tomen en serio el fenómeno social que se producirá después del Covid-19. Intentar volver a lo mismo es un error, y seguir con las prácticas de corrupción en ambos sectores, también. En las manos de toda la sociedad panameña está asumir el desafío y aprovechar la oportunidad que se nos presenta tras está crisis.