Porque no comer carne
Por Emerita Flauzín de Meléndez
Reconocemos la acertada afirmación del profesor Cuben, quien en sus lecciones de autonomía comparada asegura que “si la carne no estuviera cocida y preparada con diferente especies para ocultar el olor cadavérico, el hombre nunca se dejaría persuadir para comer carne “.
Y es que en el mismo momento del nacimiento la naturaleza coloca en nuestro cuerpo los gérmenes de la muerte, corpúsculo vegetal que esperan comenzar su acción contra la corriente circulatoria criada por el flujo de la sangre arterial. Estos saprófitos se encuentran distribuidos entre los glóbulos rojos y tan pronto el corazón deja de latir y aparecen con tan increíble rapidez. Al principio son gérmenes y después se convierten en corpúsculos vivientes, primeros genes de la putrefacción.
Ante este hecho, también se tendrá que recurrir a alimentos con carne de animales vivos. En todo caso el hígado no es suficiente para eliminar los daños causados por el consumo de carne, y es así, rechaza la cantidad sobrante del “azote” que se convierte en ácido úrico causante del reumatismo ciático, albumina, diabetes cáncer etc.
Los alcaloides cadavéricos, purina y promanas, son terrible toxina alcaloides para lo que comen carne, “de 500 a 1000 miligramos de purina están contenida en 100 granos de carne cruda ´´.
Aunque el animal no tiene alma individual, obedece a un alma colectiva que hace evolucionar. Una gran ley divina regula evolución y los más mínimos detalles, su importancia.
Igual, si se habla de la pureza del cuerpo, del tabaco, se sabe que la nicotina puede observarse en la orina. “La nicotina afecta los pulmones y destruye la célula del hígado, y de los riñones la membrana de los pulmones. ´´ El fuerte veneno de las nicotinas, que los CARIBE empleaban en sus flechas contra los españoles, este veneno llamado Curare en dialecto indio ´´.
Es mejor prevenir que curar. Cuidemos el planeta, ´´respirar es vivir ´´ y sin oxígeno nadie vive.