La locura de Nabucodonosor
Por Elka Rodríguez Herrera
La Biblia narra en el Libro de Daniel, profeta de Dios, la historia del Rey Nabucodonosor, quien fue un hombre caracterizado por sus iniquidades, locuras y terquedad. Era vanidoso, prepotente, soberbio, se autoproclamó el rey que había edificado la Gran Babilonia, como su palacio real con la fuerza de su poder para la gloria de su grandeza. Enfrentó a Dios porque era un hombre amador de sí mismo, orgulloso, y porque su necio corazón estaba entenebrecido.
Dios le quitó el reino y fue echado de entre los hombres, se juntó con los animales y las bestias del campo; comió hierba como los bueyes, su cabello le creció como plumas de águilas y sus uñas como la de las aves, además, enloqueció. Pero se arrepintió, aprendió la lección y reconoció a Dios como el Altísimo, como su Señor, lo alabó y glorificó.
Este cuadro dantesco y espeluznante, está a la orden del día en muchos países e instituciones gubernamentales y privadas, donde sus administradores siguen los pasos de Nabucodonosor, pues son pinochos políticos y narizones que viven de la mentira y la falta de ética. Sus propios errores los esclavizan y arruinan, porque siguen el empinado camino de la crisis. Sus errores los persiguen por días y días, y es que el triunfo de la mentira no es para siempre.
En las elecciones presidenciales norteamericanas Joe Biden, le dio una paliza a su rival político, lo arrastró por las calles y lo enterró en votos legítimos de las grandes mayorías de ese país norteño. La arrogancia y las injusticias fueron los aliados del perdedor en sus años de gobierno. El pueblo expresó sin trabas ni limitaciones su sentir político, y sus voces fueron escuchadas para un cambio integral y la fe de mejores días para todos.
La política del reino animal fue destruida, porque el ser humano debe procurar ser cada día más libre en todo sentido. Libres de la esclavitud, libres del racismo, libres de la violencia, libres de las enfermedades, libres de los abusos, libres de la miseria y de las mentiras. Sus aspiraciones humanas no deben ser socavadas ni coartadas en forma alguna.
El mundo se regocija por la victoria de Joe Biden y Kamala Harris, su triunfo devuelve la confianza, la justicia, el trabajo productivo y satisfactorio, y la esperanza del pueblo norteamericano, en especial de la comunidad latina y de los afroamericanos. La democracia y los valores universales han sido fortalecidos voto a voto. Además, hay vientos apacibles de buenas relaciones internacionales, entre Estados Unidos con otras naciones como China, Irán, Rusia, Inglaterra, países de América latina y otras latitudes. También con Organizaciones (OMS) a quienes el perdedor les dio la espalda.
Finalmente, las voces alarmistas, altamente inconvenientes y hasta peligrosas, la desinformación, los recursos legales infundados del perdedor y sus seguidores, el universo sabe que no darán frutos de ninguna especie, y habrá de predominar el valor del voto mayoritario. Ellos tienen el resultado de los desconsoladores vaticinios que rodearon al perdedor ante el panorama funesto que él mismo fue construyendo. Ahora esos negativos efectos pueden corregirse pronto con el nuevo mandato del presidente Joe Biden, y evitar al mismo tiempo que el nivel de esas crisis e injusticias desarrollen nuevos tentáculos.
3 Comments
Una gran lección además que ni sus millones pudierón comprar la simpatia del votante el dinero no lo es todo.
Ahora dice que le han robado, copiando
Versiones de politicos centro americano
Cuando no dan sus brazos a torcer…por sus hechos los conocereis…los asesinatos a personas de color fue el atenuante .
Totalmente cierto las mentiras no duran para siempre nuestro gobierno actualmente está formado por Pinocho que no respetan al pueblo en lo absoluto esperemos que llegue el momento en que esto tome otro horizonte y que vengan días mejores para nuestro país. Me encantó la historia de Nabucodonosor muy cierto y un ejemplo muy realista con las actitudes que muestran los políticos hoy día.
Las organizaciones partidistas en América Latina deben adecuar mejor la plataforma de los cuadros políticos frente a la deuda social en que muchos gobiernos deben hacer frente y se tornan indiferente. Urgen mejores mecanismos para frenar la burocracia estatal, de no ser así la democracia se inclina; la corrupción de funcionarios en los organos del Estado debe llegar a su fin.
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