La crisis de los partidos políticos

 La crisis de los partidos políticos

Por: Jorge Zúñiga Sánchez  

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Los grupos estudiantiles universitarios que adversamos  al régimen del Gral. Torrijos, demostramos un verdadero  compromiso con las mayorías.  Llegado el “veranillo  democrático”,  y salimos a legalizarnos, para presentarle al electorado opciones “independientes” distantes del oficialismo y los grupos  tradicionales,    y  todos sucumbimos en las urnas.  En la  anhelada democracia, las prácticas clientelistas cerraron las puertas al debate de altura, y con chequera en mano, surgieron “liderazgos” complacientes, situación que para nuestra vergüenza nacional, quedó recogida en aquella célebre frase: “el que no da…no va”.

El electorerismo redujo a los partidos  a cúpulas insaciables, en los que sus base programáticas y  declaraciones de principios, terminaron siendo documentos necesarios  para obtener su reconocimiento legal. Eso degeneró en que por ejemplo, partidos asumieran poses populistas, desconociendo el inconfundible  sello clasista de la organización (MOLIRENA), y otros partidos (PRD), que olvidaron su  “olor a pueblo”, y sus  luchas internas  por los puestos públicos, los neutralizaron ante el poder económico.

Estas prácticas antidemocráticas, fueron la nota común  en los gobiernos oligárquicos, y que hoy amenazan con reinstalarse en la democracia, esperando nosotros que su membresía se imponga y exija los ajustes y cambios necesarios.  La ciudadanía se sorprende  del control acelerado que los “cocotudos” vienen ejerciendo en la vida pública y privada.  Recordemos que ayer,  por la fuerza se propició  un ambiente de relativa “paz” entre lo social y el capital. Hoy, esa tarea no la pueden cumplir los partidos políticos, la ciudadanía desorientada espera que Nito “con garrote en mano”, imponga una  justa repartición “de panes y peces”, entre ricos y pobres.

En esencia, la crisis de los partidos es sólo una muestra del  “poder” del poder económico. Con sutilezas y guiados por el  principio capitalista de que “todo tiene un precio”,  impusieron sus reglas dentro de los partidos políticos, y ahora ante los efectos de la crisis económica, esperan que el Presidente Cortizo, frene las apetencias del empresariado panameño, que “con sangre en los ojos” viene a revertir todo eso que hoy llamamos “conquistas sociales”. Y para nuestra desdicha, cuando las mayorías nacionales tenemos tanto que perder, resulta ser  que partidos políticos muestran que existen como protagonizan de “escándalos y más escándalos”.

 

 

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