El Escorpión
Seguro Social
Al accidentado diálogo por la Caja de Seguro Social se le suma la táctica política del Partido Panameñista de abstenerse de participar en el mismo, siguiendo los pasos del Conato, que también se retiró de la mesa. Esas actitudes solo entorpecen el camino hacia la solución. Sentarse a dialogar no significa que se esté de acuerdo con la totalidad de lo que acontece en el diálogo. El Seguro Social está urgido de soluciones y poco o ningún bien le hace que algunos de los llamados a arreglar sus problemas se nieguen a participar. Madurez es lo que necesitamos en este tema.
Panamá Ports
Dice el diputado perrediano Pineda que la Asamblea revisará el contrato de Panamá Ports con el estado, para ver si en él encuentran el sustento para escrutarlo y citar a la junta directiva de la Autoridad Marítima. Sería una gran novedad, porque, que se sepa, en ningún contrato con la nación aparece cláusula semejante. El poder de la Asamblea para fiscalizar lo que hace o deja de hacer el gobierno y citar a los funcionarios responsables está establecido en la Constitución. ¿Qué otra cosa necesitan?
Crispiano al poder
Y salió elegido don Crispiano como presidente de la Asamblea Nacional, para más pena que gloria de ese órgano del estado tan huérfano de figuras que le devuelvan la prestancia que alguna vez tuvo. Ahora veremos de qué madera está hecho el nuevo presidente legislativo y qué frutos producirá ese árbol. Sería fantástico que enrumbara a la asamblea por el camino de la honestidad, la transparencia y la credibilidad que tanta falta le hace a la institución.
Sotavento y barlovento
Sopla el viento de matraqueo político por los lares del Revolucionario y el Cambio Democrático para ver quiénes se quedan con el control de los partidos. Ya se supo de dónde viene el viento y hacia dónde se dirige. El resultado determinará cuáles serán las acciones frente al gobierno y la ruta a seguir de cara a los comicios de 2024. Hay ponzoñas levantadas y buscando a quién enterrarle su mortal aguijón.
El gato y el ratón
Sigue la pelota rodando de un lado a otro en el caso de los pinchazos. Un recurso por aquí, una incapacidad por allá, y otro aplazamiento por acullá. Este juego del gato y el ratón parece que acabará por cansancio. Los recursos dilatorios parecen funcionar cada vez menos, las incapacidades médicas también parecen agotarse, y la paciencia de los jueces igual. Por lo pronto hay defensores de oficio esperando estrenarse. Mientras tanto el público atento al desenlace. Borracho no vale no señor.