Por: Elka Rodríguez / Docente Universitaria

[email protected]

Reflexionando sobre las personas desagradecidas que no recuerdan los grandes favores recibidos, y pagan con acciones agresivas y perversas, a quienes les tendieron la mano de amistad leal. Leí sobre las características y definición de la palabra cuervo. Etimológicamente el cuervo es un pájaro córvido de plumaje negro brillante, alas grandes, cola con el extremo en forma de cuña, pico negro, grueso y fuerte.

“Cría cuervos y te sacarán los ojos”, es un refrán español que se refiere a la ingratitud de personas inconformes que tienen ansias de poder y de dinero. El cuervo es un animal carnívoro que come cadáveres empezando por los ojos.  No les gusta trabajar, no cazan animales vivos, quieren todo fácil, comer sin realizar ningún esfuerzo. Es carroñero, ataca y come animales muertos porque no se pueden defender, se le asocia con la muerte y malas noticias. Simboliza el infortunio, es “ave de mal agüero”, y según los estudiosos se usa en actividades de ocultismo, magia negra y brujería.

Por otro lado, en el ámbito laboral y en la política hay evidencias de la crianza de cuervos, a quienes se les tiende la mano y cuando se sienten fuertes tratan de sacarle los ojos a quienes los han ayudado. No son leales, no tienen sentido de solidaridad, ni de pertenencia, hacen lo que les da la gana. No se sujetan a nadie, ellos mismos se mandan, son violentos, altaneros, mentirosos, tienen trayectoria de agresividad, se consideran autosuficientes y son orgullosos.

También en las instituciones, los imitadores de cuervo vociferan, apetecen el dinero y se atropellan por tener el poder. Desarrollan una política de animales de la peor calaña, sembrando el terror institucional, violando leyes, normas, estatutos y haciendo llamados mediáticos, que en vez de aplausos levantan las más encendidas y duras críticas porque agreden la institucionalidad.

En la Universidad Nacional de Chiriquí (UNACHI), hay ciertos imitadores de cuervos que se han ensañado contra la institución faltando a la ética profesional, desorientando, confundiendo y amenazando para sacar ganancia política. No tienen empacho en su boca para vociferar y traspasar las fronteras del delito y la calumnia. Mantienen a los medios de comunicación confundidos, falseando la verdad.

Son paquetazos, un grupito desnutrido y frustrado, que hacen llamados desesperados a la desobediencia. Son personas fracasadas, a quienes nombraron en altas posiciones, y el poder se le subió a la cabeza: no eran productivos, hacían mal su trabajo, violadores de las normas vigentes. Resultaron ser abusivos y traidores de primera línea, por lo cual fueron separados de sus cargos. Los imitadores de cuervos quieren ser rectores y rectora.

Una cría de cuervos que irrespeta, golpea y ataca a la administración que los honró. Su baba es ponzoñosa como la víbora, afectan la imagen y prestigio de la universidad con sus planes de engaños, y comentarios callejeros en su campaña de crear el desasosiego dentro y fuera de la universidad. Van por mal camino, así como intentan crear una situación de intranquilidad y de agitación favorable a sus propósitos macabros por despecho, esta minoría ridícula se estrellará contra una muralla de decencia, de dignidad, de apoyo a la administración, a las altas autoridades y al fortalecimiento de la institucionalidad.

Las fuerzas vivas de la Universidad Autónoma de Chiriquí, le saldrán al paso, sobre todo en estos tiempos de pandemia, en donde el desempleo y la miseria humana campea en los hogares de miles de panameños debemos estar trabajando con ahínco, en equipo en pro de la educación superior.  No vamos a permitir que estos imitadores de cuervos alteren la paz universitaria, porque su único objetivo es adelantar las elecciones hacia la rectoría y demás autoridades.  En ese afán se esfuerzan inútilmente en construir una escalera de arena que los impulse a sentarse en la silla de la rectoría.

Pero nosotros vamos a seleccionar candidatos íntegros, académicos, intelectuales y progresistas, que los hay en todas las unidades académicas de esta universidad, quienes trabajarán por el progreso de la UNACHI.

Finalmente, dirigir una universidad es un trabajo arduo y delicado. La Universidad Autónoma de Chiriquí, bajo la administración actual, seguirá en su misión de formar hombres y mujeres capaces para participar con éxito en el desarrollo de esta bella provincia chiricana y el país.