En el mítico Dodger Stadium, el jardinero de apenas 23 años sacó 19 pelotas del parque durante la final, una más que su sensacional contrincante de solo 21 diciembres, quien conectó 18 bateando de primero.

Soto dejó en el camino a tres coterráneos en el firme propósito de destronar al inicialista Pete Alonso (Mets de Nueva York), campeón de las ediciones de 2019 y 2021.

“Para mí (tener a otros dos dominicanos en las eliminatorias y a dos en el cierre) ya era un triunfo”, expresó luego de un evento repleto de público y música caribeña.

Lo estuvimos hablando y dijimos que cualquiera que lo ganara, sería un orgullo para nosotros y el país, remarcó Soto, quien superó a José Ramírez, de los Cleveland Indians, y a Albert Pujols, de los St. Louis Cardinals, en las dos rondas iniciales.

Esta constituyó la segunda final entre dos naturales de República Dominicana en la competencia de batazos largos del clásico de mitad de temporada, pues en el 2010, en en Angel Stadium de Anaheim, el fornido David Ortiz derrotó a Hanley Ramírez.

Por primera vez en la historia del Derby de Jonrones, cuyo comienzo data de 1985, los dos competidores más jóvenes de una edición chocan en la final.

Soto devino sexto quisqueyano en salir airoso y primero desde Robinson Canó en el 2011, mientras Sammy Sosa ganó en 2000, Miguel Tejada (2004), Vladimir Guerrero (2007) y David Ortiz (2010).

En la seguida lid para mostrar el poder al bate intervinieron además el dominicano Albert Pujols (Cardenales de San Luis), y el venezolano Ronald Acuña Jr. (Bravos de Atlanta).

Junto a esos cinco latinos y a Alonso (con el deseo de igualar los tres triunfos consecutivos de Ken Griffey Jr. -1994, 1998 y 1999-), estuvieron en escena igualmente Kyle Schwarber, (Filis de Filadelfia) y Corey Seager (Rangers de Texas).