El Escorpión
DRAMÁTICA RUTA POR EL DARIÉN
La ruta migratoria por el Tapón del Darién es una odisea comparable a la navegación desde África por las aguas del Mediterráneo. El riesgo del mar para los que buscan, en embarcaciones precarias, mejores días en Europa; y los peligros por la travesía a través de la selva, para los que anhelan llegar hasta el norte de América, es la fuerza que mueve a miles de personas a arriesgar la vida que se les puede acabar ahogados, por inanición o muertos de sed bajo el sol del mar o la sofocante humedad de la selva. En el caso del paso por el Darién, a aquellos peligros se añade el de los asaltos por el camino de las montañas, las violaciones, las enfermedades y el abandono de los viajeros por parte de quienes se dedican al tráfico de personas. Es un drama crece y, a veces, no tanto en número sino en las consecuencias de la propia odisea migratoria.
MÁS ALLÁ DEL COMBUSTIBLE
Evidentemente que el malestar de la población panameña hacia el gobierno va más allá del aumento del precio del combustible y la canasta básica. Problemas de vieja data como la condición de los planteles escolares, el estado de las calles y carreteras, la atención médica, las medicinas, la calidad de la educación, el fomento de empresas locales y la creación de empleo causan frustración e insatisfacción entre el pueblo panameño. Frente a esta realidad, los privilegios y prebendas de altos funcionarios y sus allegados golpean la conciencia ciudadana y constituyen un alto deleznable y vil que debe ser erradicado de la vida política del país. El precio del combustible es pasajero y el costo de los alimentos es cíclico, según la temporada, la oferta y la demanda; pero la «dicha» de los funcionarios es permanente. En esta hora en que la austeridad se impone y hay que predicar con el ejemplo, lo justo y sensato es que se eliminen los gastos de representación, se controlen los viáticos, se prohiba el uso de carros lujosos a los funcionarios privilegiados, y se racione el gasto público. Eso mandaría el mejor mensaje de tener voluntad para predicar con el ejemplo.
ADIÓS A UN COLEGA
Desde este medio queremos dar nuestras públicas condolencias a los deudos del colega periodista chiricano Boris Armando Gómez, quien se destacó como corresponsal del diario La Prensa y Medcom, entre otros medios, siempre procurando poner el empeño profesional en sus despachos y reportajes informativos. El gremio periodístico de esa provincia y del país pierde un periodista valioso, dedicado y comprometido con su profesión. ¡Paz a su alma!
EL PAÍS PIERDE
Los prolongados cierres de carreteras, principalmente en el interior del país, está afectando gravemente a los productores, y con más dureza a los pequeños, que ven como se pierden sus productos por falta de ser transportados y entregados a los centros de venta al por mayor. La renuencia a dialogar y el propósito de imponerse mediante la fuerza parecen poder más que la razón. ¿Cómo se puede decir que de esa manera se lucha por el pueblo, cuando es el mismo pueblo quien sufre más y paga las consecuencias de tales acciones? ¿Cómo se repondrá la pérdida sufrida por el productor, por los alumnos de los maestros en paro, y por todo aquel que depende de salir a la calle a realizar un trabajo informal para llevar el pan diario a su casa? Si en un primer momento el impulso por el descontento llevó la gente a la calle, ahora la razón y el sentido común debe encaminarla hacia el diálogo. Es tiempo de reflexionar y buscar el cauce de la solución civilizada propia de seres pensantes.
EN QUÉ MUNDO VIVE
Recientemente un funcionario de la Caja de Seguro Social dijo en un noticiero que hasta ahora ningún asegurado había tenido necesidad de usar el programa Medicsol, porque en la farmacia de la Caja había los medicamentos requeridos por los asegurados. Al parecer este no ha visto las listas que se pegan en la pared en otras policlínicas que están por entrar en el programa. Una lista de más de 50 medicamentos, entre ellos la simvastatina que desde hace meses no se ve y otras para atender enfermedades crónicas. ¿En qué mundo vivirá ese camellero?