El Escorpión

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¿PROTESTA O ANARQUÍA?

Las escenas de la situación en Santiago de Veraguas que vimos ayer por la televisión local e internacional y las redes sociales ponen en evidencia que hay algo fuera de control en las protestas que dan en esa ciudad. Lluvia de piedras a tiro de mano y biombos, humareda de gases lacrimógenos y quema de llantas, manifestantes heridos y arrestados, policías golpeados y secuestrados, destrucción de bienes públicos e imágenes de viejos incidentes de protestas mezcladas con nuevas han sido el blasón de la anarquía y la violencia vividas en Santiago. Nada justifica tal proceder, ni siquiera el decir que la corrupción y la falta de respuestas del gobierno a las necesidades sociales son la causa de tales hechos. El gobierno y los políticos, cierto que son culpables de su corrupción, el despilfarro del dinero público y de todo lo malo de su gestión. Pero también es cierto que la violencia al manifestarse y el daño causado a quienes sufren el bloqueo forzado de las carreteras es responsabilidad de quienes dirigen las protestas. Al pan, pan, y al vino, vino.

MESA DE DIÁLOGO DA PRIMER PASO

Mientras la dirigencia de algunos grupos atrincherados en Santiago elige las medidas de fuerza, otros han decidido intentar sentarse a la mesa de diálogo en Penonomé, para encontrar caminos de solución de la crisis nacional por la vía civilizada. Casi a la medianoche de ayer han acordado, al menos, ocho puntos que serían la base para las posteriores conversaciones con el gobierno. Si esa va a ser la vía, lo menos que espera el resto del país es poder transitar libremente por él y retomar las actividades cotidianas y productivas de cada uno en total tranquilidad. Quienes acudieron al llamado a esa mesa de diálogo han dado un primer paso, muy importante para lo que se espera venga después en dicha mesa. Y para que tal diálogo prospere es menester que cada uno de los actores comprenda que la violencia, sea producto del cierre forzado de calles y carreteras o de la represión de la policía a causa de los disturbios, debe cesar. Una cosa atrae la otra, porque aquí ambas partes resultan ser víctimas y victimarios a su vez.

UN PIE AQUÍ Y OTRO ALLÁ

Mientras el país enfoca su atención en la situación que se vive en las calles, el ex presidente innombrable ve como le fue rechazada una recusación contra uno de los magistrados del Tribunal Electoral, en su intento de evitar ir a juicio por el Caso Odebretch tras levantársele el fuero penal electoral. Pero ocuparse de los asuntos legales no le quita tiempo ni energía para poner su granito de arena en las protestas callejeras con las manifestaciones de su nuevo partido en las calles. Solo él puede resistir esa locura de tener un pie aquí y otro allá, cosa que debemos reconocerle. Como dijo una vez: se puede meter la pata, pero no la mano. Aunque hay gente superdotada que maneja con habilidad el pie como si fuera una mano.

MEJOR NO VIAJO

Incomprensible que el presidente de la república haya confirmado su asistencia a la toma de posesión del mandatario colombiano, cuando tiene su propio rancho ardiendo. Por más estratégicas que sean las relaciones con la vecina Colombia, tiene más que sobradas razones para excusarse de asistir a dicho evento. Su obligación primera está con su país, señor presidente, y si quiere que le tomen en serio a usted y a su gestión, mejor será que empiece a dar muestras de ello. Hay momentos en que es necesario decirse a sí mismo: mejor no viajo. Es solo un consejo de los que estamos aquí afuera, por si no se lo han dicho sus asesores.

aldiapanama