PROVIDENCE, Rhode Island, EE.UU. (AP) — El agricultor de Vermont, Brian Kemp, está acostumbrado a ver que los pastos en Mountain Meadows Farm crecen más lentamente durante el caluroso verano tardío, pero este año el pasto está paralizado.

Eso es «muy estresante» cuando tienes entre 600 y 700 cabezas de ganado, dijo Kemp, quien administra una granja de carne orgánica en Sudbury. Él describe el clima últimamente como inconsistente e impactante, lo que atribuye a un clima cambiante.

“Creo que ya no hay nada normal”, dijo Kemp.

Los impactos del cambio climático se han sentido en todo el noreste de los EE. UU. con el aumento del nivel del mar, fuertes precipitaciones y marejadas ciclónicas que causan inundaciones y erosión costera. Pero este verano ha traído otro extremo: una severa sequía que está dejando el césped crujiente y haciendo que los agricultores pidan lluvia constante. La lluvia fuerte y corta que trae la tormenta eléctrica ocasional tiende a escurrirse, no a penetrar en el suelo.

Los suministros de agua están bajos o secos, y muchas comunidades están restringiendo el uso no esencial de agua al aire libre. Los departamentos de bomberos están combatiendo más incendios forestales y los cultivos están creciendo mal.