El Escorpión
PÉRDIDAS OCULTAS
Es asombrosa la cantidad de mercancías y bienes del estado que se pierden por la desidia de las propias autoridades. Vehículos, maquinarias, enseres varios, medicinas y alimentos resultan en pérdidas a causa de esa parte nefasta de la burocracia estatal. Un ejemplo de ello es la pérdida de 25,000 quintales de arroz que terminó contaminado con gorgojos entre diciembre de 2017 y febrero de 2019, actualmente investigada por la Contraloría General de la República. Si pudiera hacerse un inventario de esas pérdidas ocultas, sin duda sería de escándalo los millones de dólares de los fondos públicos que acaban tirados a la basura.
EMBARCACIONES Y AVIONES FANTASMAS
Y hablando de cosas echadas a perder, la Autoridad de Aeronáutica Civil ordenará la remoción de aeronaves abandonadas en la terminal de carga de Tocumen. Pero yendo más allá, también deberían darse una vueltecita por Albrook, donde son visibles algunas de esas aeronaves tiradas a la vera de la pista. Y ¿qué decir de las embarcaciones fantasmas en Portobelo y en las inmediaciones de los puertos a lo largo del país? Son monumentos a la desidia y la desatención de las autoridades aéreas y marítimas del país que dejan muy mala impresión ante los ojos de propios y extraños que tienen que contemplar tan desagradable espectáculo.
LA PAPA CALIENTE
Con los frutos del diálogo de Penonomé en el control del precio de los alimentos incluidos en la canasta básica, le cae una papa caliente en las manos a la ACODECO. Monitorear y fiscalizar el cumplimiento de la regulación del precio de venta al público de unos 70 productos no será cosa fácil, porque el alcance nacional de esa medida podría sobrepasar la capacidad de la ACODECO para cumplir a cabalidad con el cometido a ella confiado. Ojalá y las ideas emanadas de la mesa penonomeña no resulten como el que va a comprar zapatos por encargo y cuando llegan a su destino le aprietan o no le quedan al destinatario.
PECHO A TIERRA
Los que andan perfil bajo son los inquilinos del Palacio Legislativo tras el remezón causado por las protestas y manifestaciones populares. Por nada quieren asomar su cabeza los padres de la patria en donde saben que se las van a volar. Que no se olviden que gran parte del malestar ciudadano contra los políticos es por causa de las actitudes de los honorables diputados. El pueblo no olvida y esta vez no les será tan fácil contentarlo con las bolsas de comida y las dádivas que están acostumbrados a dar en sus campañas de proselitismo. La ola que se avecina por el despertar ciudadano en algún momento acabará ahogándolos, que ni el Macallan les hará olvidar las penas que le sobrevendrán en el 2024.