El Escorpión
CURRUTÁ, CURRUTÁ
El vice desfiló más sonreído que nunca al frente de la batería de tambores de la banda Buho de Oro con su tumbao de malax de tanto en tanto. Contento iba el hombre, no se le puede negar, y quizá hasta olvidando las penas y los coscorrones que suele ganarse a menudo por las redes sociales. Parecía un chiquillo con juguete nuevo. Mientras marchaba al son del «currutá, currutá que bueno que está», la gente no perdía la oportunidad de filmarlo y fotografiarlo con sus celulares. Sería interesante si la Contraloría le llevara la estadística de los memes a los que seguro se hará acreedor después de tal hazaña. ¡Solo en Panamá!
EL RESPETO PERDIDO
La capacidad de debatir de manera inteligente y respetuosa se ha perdido en el ámbito político, según bien apuntó el orador designado para recordar a los próceres de la patria el Día de los Difuntos. Enmarcado en el lenguaje decente e intelectual a la vez, Eloy Alfaro De Alba cantó ciertas verdades que dudamos haya entendido la totalidad de los asistentes. Y es que los señalamientos del orador estuvieron dirigidos a la clase política en general, cuya inteligencia está más dedicada a prohijar chanchullos que a cultivar el intelecto y a ejercitar un oficio político de altura. Lo que vivimos en la política partidista, institucional y del activismo gremial es la agresión verbal, las imposiciones, el insulto, la descalificación y la ofensa personal, como atinadamente subrayó Alfaro De Alba. Lástima que el destino del discurso corra, inexorablemente, el mismo destino de los cuerpos de los próceres sepultados en el camposanto y que únicamente son dignos de visitar cada 2 de Noviembre. El que tenga oídos, que oiga.
AJUSTAR LA REGLAMENTACIÓN
Nuestro querido presidente nos dice que en el caso de los auxilios económicos que otorga el Ifarhu hay que ajustar la reglamentación y quizá solo sea cuestión de cambiar una «y» o una «o.» Pero el asunto va más allá de cambiar una letra: hay que cambiar el tráfico de influencias por la equidad y al director de la institución por otra persona que tenga criterio y valentía para decirle que no a quienes acostumbran obtener dichos auxilios a través del sistema de «palanca.» Señor presidente, ajústele las cuentas al director del Ifarhu, para empezar. Y aquellos que puedan irse a una universidad de élite, que concursen y se ganen con su esfuerzo que el estado les sufrague la carrera en premio de su talento y amor por el estudio, sin distinción de clase social, al fin y al cabo es el estudiante quien debe hacerse merecedor de tal honor sin que tenga que ver con el tamaño del bolsillo de sus padres.
MENORES DESFILANDO
Al parecer la presencia de niños pequeños en las delegaciones que participan en los desfiles patrios se incrementa. Algunos a simple vista se percibe que no superan los 6 años de edad. Resulta muy llamativo y tierno verlos uniformados o marcando el paso al ritmo de los instrumentos de la banda que acompaña a la institución que desfila, pero no dejar de ser preocupante el hecho de que están expuestos al cansancio excesivo, la insolación o la deshidratación a causa de las largas horas que deben soportar bajo solo y lluvia, todo lo cual representa un riesgo para la salud de los infantes. Para las próximas ocasiones debe ponerse un límite de edad para que puedan participar de los desfiles o actos públicos que los expongan a las condiciones antes descritas. Y esto vale también para los estamentos de seguridad del estado, donde en una de las delegaciones hasta uno de los perros no soportó más y soltó el material fecal sin importarle romper la formación.