El Escorpión
DÁNDOLE AL COCOBOLO
Ya se destapó el hilo de la corrupción por MiAmbiente y predios aledaños con respecto al tráfico de madera de cocobolo que extraen del Parque Soberanía. Sellos con control internacional robados de una libreta comprada por Panamá son utilizados para comerciar ilícitamente con la madera. Y ¿quiénes destaparon el tamal?: los chinos. Descubrieron el asunto por una firma que les llamó la atención y lo informaron a las autoridades panameñas. El ministro interpone la denuncia y muy poca cooperación con la fiscalía existe para que pueda el Ministerio Público investigar y tratar de resolver el crimen. No es de extrañar que además de la preciada madera en cuestión haya uno o varios cocobolos de dos patas involucrados en el asunto.
LA PROFE DE LA PROF
Parece que en el asunto de la profesora boca sucia de la Escuela Profesional el asunto no es como lo pintan en las redes sociales. Según otras versiones la consejera grabada por el celular le llamaba la atención a la alumna y le repetía las palabras que la estudiante le había espetado a otra profesora. La primera versión de mi pobre angelito podría caerse y en el segundo asalto es posible que el cobre se le salga a la alumna que tampoco es un dechado de buen y decente hablar.
NO REPRESALIAS
El diálogo entre los administrativos y directivos de la Caja de Seguro Social se ha estancado en el punto de las consabidas «no represalias» que, en casi todos los casos como éste, sacan a relucir los representantes de los funcionarios que paralizan labores en alguna institución pública. En honor a la verdad las llamadas «no represalias» son en realidad acuerdos de impunidad por los daños y perjuicios que ocasionan algunos de dichos paros y huelgas. Lo justo sería que el acuerdo de no represalia tuviera vigencia a partir del levantamiento de la huelga y el regreso a las labores, porque los perjuicios ocasionados deben tener sus consecuencias. Pero, como siempre, los que terminarán pagando los platos rotos son los asegurados que se quedaron sin atención ni servicio por parte de los huelguistas. ¡Qué vaina!
LA NUEVA OLA
Con el reconocimiento por parte del ministro de salud de la sexta ola del Covid-19 que afecta a Panamá, ya no quedan dudas de la situación que estamos enfrentando. El aumento sostenido de los contagios obliga a ser más precavidos cuando se acude a lugares concurridos donde la multitud está a menos de un metro de distancia por el hacinamiento, entre ellos los conocidos «Parkin» que convocan a decenas o cientos de personas bajo condiciones precarias de bioseguridad. Bastante nos costó llegar a liberarnos de las mascarillas de uso obligatorio en todo sitio, el no poder disfrutar de paseos por parques y playas y de ir con tranquilidad a supermercados y centros comerciales, para que por desidia o descuido echemos para atrás. Ojo avizor y sentido cívico necesitamos por parte de todos.