OBJETOS DERRIBADOS NO SON ESPÍAS

Tres objetos voladores derribados por los Estados Unidos durante el fin de semana no muestran indicios de estar relacionados con un supuesto espionaje chino, aseguró la Casa Blanca a través del portavoz John Kirby.

De acuerdo con los primeros indicios, los objetos podrían estar vinculados a entidades comerciales o de investigación, aunque ninguna empresa, organización o gobierno haya reclamado su propiedad.

Los objetos fueron derribados por Canadá y los Estados Unidos después que este último país derribará un globo chino frente a las costas de Carolina del Sur. China ha negado que el globo se estuviera utilizando para espionaje, pero reconoció que era una aeronave suya de monitoreo de clima que se desvío de su rumbo.

MUERE NIÑO TAILANDÉS RESCATADO EN 2018

Uno de los niños que fueron rescatados de una cueva en Tailandia en 2018 murió a los 17 años, tras ser encontrado inconsciente en su dormitorio ubicado en una academia de fútbol en el Reino Unido.

Duangpetch Promthep había ganado una beca en agosto pasado, para unirse a la Academia de Fútbol del Brooke House College, en Leicestershire, Inglaterra. El joven fue trasladado en ambulancia al Hospital General de Kettering el domingo por la tarde. Aún se desconoce la causa de su fallecimiento, pero informes en Tailandia indican que habría sufrido una lesión en la cabeza.

Promthep era capitán de su equipo de fútbol, cuando junto a otros compañeros quedó atrapado por más de dos semanas mientras exploraban una cueva en la provincia de Chiang Rai, Tailandia, en 2018.

26 AÑOS DE PRISIÓN PARA OBISPO ÁLVAREZ

En un juicio «exprés» un juzgado sandinista condenó a 26 años de prisión al obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, tras negarse a ser desterrado de Nicaragua junto a 222 ciudadanos de ese país que el gobierno de Daniel Ortega considera opositores y traidores a la patria.

Álvarez se encontraba bajo arresto domiciliario desde hacía algún tiempo y fue sacado de su residencia para ser embarcado hacia el exilio forzado. Como se negara a ser expulsado del país fue recluido en la cárcel modelo con los presos comunes y al día siguiente condenado a prisión.

En una decisión sorpresiva, el régimen de Ortega sacó de la cárcel a más de 200 opositores y los envío el mismo día a Washington, Estados Unidos, declarándolos «traidores a la patria.»  Poco después la Asamblea controlada por el oficialismo aprobó una reforma que los despoja de la nacionalidad nicaragüense.