POSTES SOBRECARGADOS

Es sorprendente la cantidad de postes de alumbrado eléctrico que se ven sobrecargados por el peso de los cables que soportan. Algunos de ellos en evidente estado de derrumbe que amenaza la integridad física de los transeúntes. Hace unos días le preguntaron al administrador de la Autoridad de los Servicios Públicos (ASEP) al respecto, pero su respuesta fue más que sorprendente: que los vecinos hagan la denuncia correspondiente. ¿Acaso este caballero no transita por nuestras calles? Que se baje un día del carro y mire para arriba, para que vea que no necesita denuncia alguna a algo que es evidente y está allí a la vista de quien lo quiera contemplar. Verdaderamente que no hay peor ciego que aquel que no quiere ver.

LEY PARA SINVERGÜENZAS

Y el Nito sucumbió a las presiones de sus allegados politiqueros sancionándoles la ley que les permitirá, en lo presente y lo futuro, quedarse con un salario pagado por el estado hasta sin trabajar para desquitarlo. Representantes de corregimiento y alcaldes serán los más favorecidos, porque para vivir de la sinvergüenzura, búsquenlos. A pesar de que existe un fallo de la Corte Suprema al respecto, declarando inconstitucional tal asunto, el que no está hecho de leche condensada les firmó la ley para darle un manto de legalidad a lo que constituye un atraco al erario nacional. Si cree que con eso van a mejorar su posición de cara a las elecciones de 2024, se equivocan, porque todos serán incluidos en la lista discriminatoria de los votantes y otra gente más. Eso es soga para su propio cuello presidente.

CUARTO PUENTE MATEMÁTICO

Al anunciarse hace unos días el acuerdo para la construcción del cuarto puente sobre el Canal de Panamá, una de las cosas que mencionaron fue el supuesto ahorro de 300 millones con respecto a la propuesta anterior. No sabemos que cálculo matemático se hizo, pero el asunto pinta de otra manera cuando se le mete mente. El diseño original incluía el paso del monorriel; después esta parte le fue quitada y quedó solo para automóviles: aquí se dio una segunda cifra. Es con respecto a esta segunda que, supuestamente, habrá un ahorro de 300 millones. Pero, si le sumamos el costo del túnel por donde pasará el monorriel, la vaina es diferente. Y que no nos digan que son dos obras distintas, porque no estamos hablando de las obras, sino del bolsillo de dónde saldrá el pago para hacer posible el paso de automóviles y monorriel aunque a uno le sople el aire por arriba y otro respire debajo del agua. Así de simple.

CIUDAD DE INDIGENTES

La capital del país y algunas otras ciudades del interior ven como viene en aumento el número de personas que viven en las calles. La indigencia es cada vez más marcada y las medidas y los planes para atenderla parecen endebles e ineficaces ante el ella. Las personas de la calle, lejos de mantener una uniformidad, son una compleja maraña de casos variopintos que hacen imposible dar el mismo trato a todas. Hay desde personas con problemas mentales, hasta otras víctimas de los vicios y otras tantas más que simplemente no tienen un lugar para vivir o familiares que se ocupen de ellas. El problema, mayormente, es un fenómeno urbano que requiere de leyes y acciones especiales para evitar que crezca y se convierta en un mal mayor, porque no siempre habrá un sitio debajo de un puente, una edificación abandonada o un zaguán que las cobije de manera pacífica y segura.