Elogio al descuido y a la desidia

Uno de los sitios más pintorescos y lleno de historia que tiene la Ciudad de Panamá es su Casco Antiguo. Propios y extraños se maravillan de él y es uno de los lugares más visitados, ya sea para esparcimiento o comer algo. Sin embargo, en los últimos tiempos su deterioro se hace notorio por el aspecto que muestran algunos de sus rincones e incluso edificios que se descoloran, tal como el lugar en donde estuvo ubicada la Casa Boyacá, conocida también como El Barco, destruida por un incendio hace casi un lustro. La basura se acumula allí, sin que autoridad alguna la recoja y la hierba comienza a apoderarse de las ruinas y las aceras del antiguo baluarte histórico que la flanquea. Si a ello le sumamos el hundimiento del pavimento en varias calles y la invasión de las plazas con mesas y sillas de restaurantes, entre otros males, nuestro Patrimonio de la Humanidad parece estar para piérdete por la desidia de quien sabe quién o quiénes.

1. ¿Por qué será que en materia de conservar la historia y promover la cultura nuestros gobernantes y políticos se muestran como ignorantes?
2. ¿Cómo está el tema del presupuesto dedicado a la conservación y cuidado del Casco Antiguo?
3. ¿Cuál es la causa real del descuido que se percibe con los monumentos del Casco Antiguo?