Por: Elka R. de Herrera / Docente universitaria

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Etelvina Medianero nace en la hermosa y productiva provincia de Chiriquí,  en un hogar humilde y respetable. Como ser humano es una mujer de gran talento, enérgica,  con características muy especiales que sobresalió por sus estudios y sacrificios.  Es persistente en sus ideas,  las cuales defiende en cualquier terreno;  una profesional que cree en su trabajo, en todo lo que hace, que ha servido y sirve con dignidad a la UNACHI, a la sociedad chiricana y a la patria.

Economista de profesión, destacada con una sólida formación académica. Ha ocupado cargos importantes de mucho compromiso en el campo de la educación superior a nivel nacional e internacional. En el desempeño de sus funciones en diversas instituciones públicas y privadas ha recibido honores, reconocimientos y condecoraciones por su trayectoria académica, su proyección, por su valiosa contribución al engrandecimiento de la cultura, por su trabajo permanente y decidido en beneficio del perfeccionamiento de la Universidad Autónoma de Chiriquí (UNACHI). Por el fiel cumplimiento de la Ley de Transparencia de la Gestión Pública, por su labor y estímulo en el proceso de Reacreditación de la UNACHI y muchos otros logros.

Etelvina Medianero es ejemplo de persistencia y trabajo satisfactorio. Una verdad escueta de lo sucedido en la Universidad Autónoma de Chiriquí (UNACHI), es que los estamentos universitarios la eligieron como la primera mujer que ocuparía la Rectoría en esta Universidad estatal en el período 2013-2018, recibiendo voces de aplausos por su magnífica productividad en el cargo. Y esa enorme satisfacción en la familia universitaria fue propicia para otro período 2018-2023 al frente de la UNACHI por su labor fecunda, dedicada y permanente. La comunidad universitaria le dio su apoyo incondicional para su tercer período 2023-2028, el cual ganó en buena lid en virtud de su larga actuación pública de abnegación y de esfuerzos realizada en la Universidad Autónoma de Chiriquí (UNACHI).

Etelvina Medianero es una profesional que, a lo largo de su vida pública, ha logrado muchos de los objetivos propuestos y en la actualidad sigue cosechando triunfos por su valioso trabajo que se proyecta hacia la posteridad. Es inteligente, creativa, sabia y con toda largueza ha estado rodeada de admiración, cariño sincero y estima de parte de los estamentos universitarios que confían en su trabajo porque son palpables. Será reconocida por las generaciones venideras como una Rectora luchadora, consagrada y valiente. Tiene fe inquebrantable en el destino y en el proyecto de Universidad que visualiza. Comprobó que, en los momentos difíciles, delicados y de sufrimiento es que el carácter es hecho y eso la fortaleció para aumentar las oportunidades y disminuir las amenazas.

Durante los tres años de la implacable campaña en contra de la UNACHI y de su persona, la profesora Etelvina Medianero fue por encima de todo una profesional de elevados valores, de reflexiva serenidad, de criterio sólido, ecuánime. Fue tolerante, moderada, en todo momento continúo trabajando con intensidad convencida de que la educación es el único medio posible para la paz y la convivencia humana.  Soportó con carácter las durezas, los ataques despiadados, la desinformación y los infundios más viles y cobardes de los enemigos internos y externos de la UNACHI.  Lidiar con las críticas, con los señalamientos infundados y con la ferocidad del bombardeo de los medios masivos no fue fácil, pero sobre las pequeñeces de la naturaleza humana se eleva.

Finalmente, es complejo dirigir una universidad y peor aún el deber, cuando por meses, semanas, días y años se enfrentó a situaciones duras y a obstáculos que entorpecieron el trabajo de formar hombres y mujeres que moral e intelectualmente sean capaces para participar en el desarrollo del país. Etelvina Medianero marchará siempre entre los aplausos de los que la admiran y consideran, entre la voz de aliento de los que reconocen sus esfuerzos del deber cumplido y entre los amigos y compañeros que están con ella en todo tiempo hasta el final.