No nos olvidemos de China
La Bitácora
Ebrahim Asvat
@easvat
Pretender que hoy en día un Estado puede ser indiferente a China o mantener una marcada distancia por temor o por entender que somos parte de algún juego geopolítico o psicosis ajena es seguir una narrativa equivocada. China hoy es el principal socio comercial de Brasil, Uruguay, Perú, Venezuela, Ecuador y Chile. Y a la velocidad de crecimiento pronto del resto de toda América Latina. La inversión china en Panamá ya se manifiesta en distintos rubros, así como también en el registro de la marina mercante y las exportaciones de cobre. Si sumamos todos estos rubros estoy seguro que en algún momento será nuestro principal socio comercial.
No podemos obviar esta realidad que beneficia a todos los países del orbe por el tamaño de su población y la pujanza de su capacidad industrial y manufacturera. Eso no lo va a detener nadie. Y si algunos Estados por razones de orgullo personal o sistema de gobierno o factores raciales consideran detener al dragón asiático no veo a excepción de una declarada guerra destructiva poder lograr eses objetivo. Y saben por qué? El mercado interno chino es tan grande y con bastante capacidad para asimilar su propia producción.
China no es una amenaza imperialista contra ningún Estado. A excepción de su manifiesta declaración sobre el territorio de Taiwan lleva más de cuarenta años sin un evento bélico contra alguno de sus vecinos. Tampoco ha intervenido militarmente en otros países como si lo han hecho los Estados Unidos, Francia, Inglaterra entre otros. Promueve el comercio y como siempre ha sido un país centrado en sí mismo espera más que nada respeto y reconocimiento de su importancia en los asuntos globales y regionales.
Panamá pierde al enfriar sus relaciones comerciales, culturales y políticas con China. Este gobierno no ha sabido manejar apropiadamente el equilibrio en nuestras relaciones internacionales entendiendo nuestra tradicional relación con los Estados Unidos no impide una relación amistosa y fraternal con el gobierno y el pueblo chino.
Hay mucho por construir en nuestras relaciones ganar, ganar con China. Lo han visto nuestros vecinos suramericanos. Estoy seguro nuestra posición geográfica tiene un valor estratégico también para China. Somos la puerta de entrada de China al Atlántico. Esto nos permite tener una relación de beneficios mutuos. Para ellos hay las razones de sus redes comerciales y nosotros por nuestra privilegiada posición geográfica.
Aquí llegan del Norte a imponernos restricciones. A enfriar relaciones comerciales. A estigmatizar a quien hoy consideran su adversario. Pero que nos traen desde el norte? Soldados, trafico de drogas, inmigración ilegal. Sus temas de importancia no están ligados a la prosperidad de los panameños sino únicamente a temas de seguridad. China no pretende militarizar el suelo panameño. Ni Enfoca nuestra realidad en un tema de narcotráfico o estilo de democracia, derechos humanos o lavado de activos o corrupción. China reconoce estos temas como de asuntos internos de Estado.
Recientemente en un editorial en CNN el analista político Fareed Zakaria reconocía como muchos países del mundo consideraban a los Estados Unidos como un país hipócrita con un doble discurso exigiendo derechos humanos y estilos de gobierno cuando favorecen a algunos regímenes bajo esas condiciones y otros le son indiferente. Cuando establecen narrativas idealistas en defensa de algunos regímenes y a la vez son los causantes de la inestabilidad y los altos costos en vida y bienes en otros. Seamos pragmáticos. Velemos por nuestros intereses como país y busquemos los caminos que eleven en prosperidad a nuestros ciudadanos. Lo demás son cantos de sirena fantasiosa.