Círculo vicioso
Por: Elka R. de Herrera / Docente universitaria
No hay duda de que los opositores de la actual administración de la Universidad Autónoma de Chiriquí han provocado una profunda crisis que afecta la universidad y que data de varios años. Las causas son fáciles de precisar y explicar, pero este tema no es materia que se pueda analizar en el marco de esta columna de opinión. A pesar de ello, puedo hilvanar unos cuantos comentarios referentes a la actitud de quienes están afectando el justo desarrollo de la Universidad y generando un ambiente deshonroso y adverso que menoscaba la reputación de la UNACHI.
Las demandas ante la Corte Suprema de Justicia, las querellas, los reclamos y, los escándalos ante los medios de comunicación masiva de parte del candidato perdedor para que se impugne el acta de proclamación que reeligió a la Rectora Etelvina Medianero, se han desenvuelto dentro de un círculo vicioso y es un asunto que va de fracaso en fracaso, debido a los falsos señalamientos y a las declaraciones malintencionadas que se fundamentan en suposiciones, ofreciendo un espectáculo deprimente, enfermizo que lastima la dignidad de la familia universitaria que depositó su voto de manera directa, con respeto, libertad irrestricta y democráticamente eligieron a la candidata de su preferencia.
Nuevamente se está dando comienzo al círculo vicioso con lo cual puede vaticinarse desde ahora, que seguiremos viendo conflictos con estos opositores que deben trabajar y responder al jugoso salario que le paga el Estado para que produzcan y formen generaciones maduras de profesionales competentes.
Por otro lado, no se puede soslayar que estos malos ejemplos han perjudicado y continúan afectando el ambiente laboral, la paz institucional, el proceso de enseñanza-aprendizaje en la UNACHI. Su impacto es negativo y está corrompiendo la democracia y la institucionalidad, porque lo que escucha y observa la opinión pública es un círculo vicioso que desagrada, desinforma y produce incertidumbre.
El opositor decano de Humanidades ganó esa votación con la misma ponderación de las elecciones del 26 de abril de 2023, en donde participó como candidato a la rectoría. El sufragio fue prístino, nombró sus representantes, vigilantes y delegados en cada mesa de votación, en cada esquina y en los pasillos de la universidad estuvieron pendientes y cuidando los votos. Además, ningún acta fue impugnada; todo el proceso de elección fue supervisado por observadores de varias instituciones que dieron fe de la transparencia y del ejercicio democrático. El candidato perdedor reconoció públicamente el triunfo de la Rectora Etelvina Medianero.
No se puede creer en personas que ayer enarbolaron la bandera del reconocimiento a los resultados de las votaciones a la rectoría de la UNACHI, celebrada el 26 de abril de 2023, ensalzando a la candidata triunfadora Prof. Etelvina Medianero, y hoy de buenas a primeras como el círculo vicioso, se declaran enemigo de tales comicios universitarios.
Es sospechoso que tales personas no se levanten dentro de su propia UNACHI para mejorarla y trabajar con ahínco por su perfeccionamiento, pero insistan desde afuera para estropear la paz y su renombre.
Finalmente, resulta a todas luces no ser leal a lo que se pertenece, no ser leal a la palabra, no ser leal a una conciencia del hombre digno que se respeta porque su palabra tiene garantía.