Porque las alianzas son díficiles
La Bitácora
Ebrahim Asvat
@easvat
En Panamá todos tienen una polla política. Las expectativas nacionales estan enfocadas en las alianzas políticas para las elecciones del 2024. Y se acentua más este interes entre las fuerzas políticas de la oposición al status quo por esa natural e instintiva reacción o necesidad de destronar al gobierno de turno.
Cada cinco años percibimos lo malo del gobierno de turno y afincamos nuestras esperanzas en el próximo gobierno. El entusiasmo y el jolgorio más a un mejor porvenir está dirigido a lograr ver caer a quienes por cinco años mantuvieron las riendas del poder. Para las elecciones del 2024 vemos el mismo fénomeno e identica reacción a los procesos electorales anteriores.
Es por esta razón por la cual las diferencias conductuales o las constantes descalificaciones entre partidos de oposición son las grandes razones por la cual persuadir a las distintas fracciones a tener un objetivo en común más alllá de quien va a la cabeza se torna una labor incierta y de dificil consecusión.
Ya por allí se circula el planteamiento de una imposible alianza entre el PP y el Panameñismo más que nada por la figura del hijo de Omar Torrijos como candidato. Algo a todas luces coyuntural pues ese mismo partido ha tenido alianzas con el Partido Popular en otros torneos electorales.
Igualmente la fuerza en las primarias del Panameñismo han impulsado una ferrea posición hacia no ceder la cabeza de la papeleta presidencial en el evento de una alianza con CD. Por los lados de los independientes del Movimiento Otro Cambio, una futura alianza con los mismos partidos tradicionales que han combatido durante toda su trayectoria hace díficil un entendimiento con el Panameñismo, el CD o el PP con Martin Torrijos.
A todo ello no descartemos próximamente tres nuevos candidatos independientes que entraran en el ruedo político y sumaran votos que le haran falta a otro para el triunfo electoral. Y no dejo de mencionar el gran acertijo en estas elecciones. La posibilidad de Ricardo Martinelli como candidato presidencial con toda la carga negativa de su designación como corrupto por los Estados Unidos, la eliminación de su visa y los procesos judiciales que confronta. Con o sin Ricardo Martinelli el escenario para la oposición se torna complicada. Ambos escenarios no le dan ventaja a ningun candidato con suficiente fuerza para destronar al PRD.
Es por esta sencilla razón por la cual al PRD sin Martin Torrijos le iria muy bien pero con la incorporación de su candidatura pone en aprietos al partido oficialista. Estas elecciones no le brindarán al país un giro significativo en la gestion del gobierno. Continuaremos con el mas de lo mismo. Todos solo piensan en el poder y el acomodo. Hasta ahora nadie ha marcado pautas sobre una gestión distinta. Pero en esas circunstancias el PRD tiene sobrada ventajas. Si su conglomerado al igual que el resto de los partidos aspira al poder para continuar debe lograr de su membresía unidad, pues su objetivo se acerca más en esa medida.
Detener a los desertores y a los que se inclinan por Martin solo lograran que pierdan vigencia política y perderan todos. Igualmente su mayor ventaja es el fraccionamiento de la oposición con votos duros significativos en cada agrupación política. Da igual quien gane. En mi opinion así será. No le pidas peras al olmo.