El Escorpión
PARRANDA CARCELARIA
Lo acontecido en la cárcel de Colón es inaudito. Los presos celebrando una fiesta con todo incluido, desde bebidas, comidas, disc jockey, luces decorativas, droga y fuegos de artificio. Todo eso a la vista de los custodios y bajo el conocimiento de las autoridades del sistema penitenciario. En ese recinto los reclusos hacen lo que les viene en gana. Es territorio de los presos que, bajo el eufemismo del lenguaje políticamente correcto, se les llama privados de libertad. ¿Privados de libertad? Eso será en la terminología de los burócratas, porque esos individuos incluso se pasan de una celda a otra a través de las cornisas y vagan a sus anchas por doquier debido a la ausencia de barrotes. No se fugan porque no les da su real gana. En el manejo del sistema pasa algo y tienen que reconocerlo públicamente: O es la ineptitud de los funcionarios, o allí los presos mandan y ponen sus condiciones y reglas según su voluntad. Así de cruda es la realidad. «Se burlan cuatro paredes, rutina a puerta cerrada, y un carnaval de barrotes bailando sobre mi cama…»
ASAMBLEA DE MILLONARIOS
Una vez más los padres putativos de la patria hacen alarde de su poder y su voraz apetito por el dinero público. Esos, los que controlan el legislativo y marginan a los pocos que claman por el enderezamiento del rumbo de ese órgano del estado, están por asignarse 206 millones de dólares como presupuesto. Eso equivale a 2.9 millones de dólares por diputado usando una simple regla de tres, aunque en la realidad los que están en la «papa» recibirán mucho más que eso entre el gasto legítimo y el gasto bastardo, que no tiene padre que lo reconozca pero sí quien lo acoja en sus tiernos y amorosos brazos politiqueros. Es una verdadera vergüenza para la vida institucional del país tener individuos como esos en nuestra Asamblea Nacional. Y vergüenza para el pueblo decente, porque para ellos y el resto que los apoya esa palabra no existe en su limitado vocabulario. Lo lamentable es que sujetos como ello siguen socavando el régimen democrático y arrastrándonos, cada periodo que son elegidos como diputados, a un abismo del cual no sabemos si podamos salir. No a la reelección.
PROBLEMA DE SALUD PÚBLICA
La acumulación de basura y el tratamiento de los desechos en todo el país se ha convertido en un problema sanitario a nivel nacional. La situación ha rebasado los límites de la gestión de recolección, para convertirse en un tema de higiene y salud pública. Es necesario asumirlo y afrontarlo como tal, antes de que haga crisis. Necesitamos un nuevo modelo de tratamiento, recolección y disposición de todos los desechos y la basura que se produce. Para ello es necesario eliminar la Autoridad de Aseo Urbano y Domiciliarios (AAUD) por inoperante, crear varias instancias, algunas en la modalidad de asociación público privada, otras bajo el control municipal y el resto pasarlo al ámbito privado. Materiales reciclables, aprovechamiento de los desechos orgánicos para abono y energía, manejo de los centros de tratamiento con incineradores y rellenos sanitarios, organización del sistema de recolección, disposición de los desechos hospitalarios y materiales peligrosos, industrialización de la chatarra y el saneamiento y la descontaminación son algunas de las actividades a realizar. Lejos están la AAUD y lo municipios de asumir esos desafíos por sí mismos: ni en la inversión, ni en la gestión, ni en la tecnología a utilizarse, ni mucho menos en la gestión administrativa y la operación son capaces de hacerlo estos entes en su totalidad. Ante el panorama imperante, el Ministerio de Salud debe actuar y rápido, para dar el primer paso en materia de higiene y salud pública. Luego pasar a los desafíos antes descritos, cuyas leyes tendrán que pasar, forzosamente, por la asamblea y aquí tuerce la puerca el rabo. Señor ministro del Minsa; señor presidente, por lo menos presionen para ver si esos diputados secuaces suyos desquitan los 206 millones que pretenden asignarse.
BANDIDOS Y VAQUEROS ESCOLARES
Alrededor de 50 armas de fuego han sido confiscadas en las escuelas durante este año. El asunto es de temer, porque los Billy The Kid y Jesse James están a la orden del día en el sistema escolar, sin que les salga un Wyatt Earp y los ponga a raya. Ya no hay distinción entre chichos y chicas, porque ambos sexos entran en dicha vorágine por igual. Necesitamos mucho más que canchas deportivas para alejar a nuestra juventud de la violencia con su posesión de armas, drogas y otros peligros que la acechan. Hay que abrir espacios para que puedan, desde la niñez temprana, desarrollar sus habilidades cognitivas y afectivas a través de actividades intelectuales y de relaciones interpersonales que le descubran el mundo del respeto, la decencia, la tolerancia, la honradez, el civismo, la ética, la ciencia, la cultura, el arte y la tecnología. No podemos permitir que niños y jóvenes se echen a perder por falta de modelos o de acción por parte de las autoridades, que son las primeras responsables en el orden social. Y que no vengan con el cuento ya trillado de que esas cosas se aprenden en el hogar. ¿Qué hogar? ¿Los miles de disfuncionales ci tenemos en el país? Déjense de cuentos baratos, que esto sí es cosa de la escuela, porque si así no fuera, ¿para que se califica en los boletines escolares la cooperación, autodominio y confianza en sí mismo y otras similares que aparecen debajo de las calificaciones de las asignaturas? Actúen pronto, antes que terminemos en una pugna entre bandidos y vaqueros en las escuelas.