El Escorpión

 El Escorpión

DELINCUENTES SACRÍLEGOS

Ya van dos iglesias católicas en Panamá Oeste que son profanadas por desconocidos, quienes han cometido actos sacrílegos contra esa fe religiosa violentando el sagrario de los templos y esparciendo las hostias sagradas por el piso, incluso utilizándolas para escribir frases satánicas y otras cosas más. La libertad religiosa y el respeto hacia quienes profesan una fe es parte fundamental de la coexistencia pacífica en las sociedades. No podemos permitir que delincuentes, sea por travesura o por odio, profanen lo que es sagrado para miles de creyentes. Hoy son los católicos, mañana serán otros cristianos, hebreos o musulmanes. Hay que dar con los responsables y hacerlos pagar por sus acciones, porque si la autoridad no lo hace y esto continúa, podrán sobrevenir incidentes que lamentar.

MINERÍA Y JUBILACIÓN

El gobierno en su campaña publicitaria que busca aceptación del contrato minero repite una y otra vez que parte de los aportes de la compañía minera garantizarán una pensión mínima de 350 balboas para los jubilados. El asunto a primera vista suena como un acto de justicia, cuando en realidad es una medida populista que tiene sus pecadillos ocultos. Primero, es una manera falsa de resolver el problema de las bajas pensiones y de la situación del programa de invalidez, vejez y muerte del Seguro Social. Toda solución que no provenga de la propia gestión financiera de la CSS atenta contra su esencia y principios. Segundo, la cantidad de pensionados con bajo monto es creciente y eso podría comprometer el uso de los aportes de la minera para otras necesidades. Tercero, quienes han cotizado más y han sostenido a lo largo de su vida a quienes cotizan menos quedan fuera de ese acto de «justicia» y no hablamos de las pensiones máximas, sino las de 400; 500 y hasta 600 dólares que también forman parte del grueso de los pensionados y que no recibirán aumento. A propósito, qué porcentaje de aumento recibirá un pensionado de 250 balboas mensuales cuando salte a los 350 dólares. Mientras tanto, el resto que se aguante la mecha con los 10 dólares de aumento que establece la ley del Seguro cada 10 años. Para demagogos, búsquenlos.

URBANISMO ESTILO POTRERO

Otra que ha salido con la demagogia populista en año pre electoral es la diputada perrediana Xenobia al proponer que las promotoras de vivienda construyan al menos un aula escolar por cada 200 casas que edifiquen, bajo el argumento de que los niños que residan en esas urbanizaciones tengan acceso a un centro escolar cercano. Y ¿de dónde saca esas cifras? Sería bueno saberlo, porque la cercanía o lejanía de una escuela depende de muchos factores. No solo eso, las compañías promotoras tampoco tienen un número determinado de casas de manera uniforme, sino que depende del tamaño del terreno y su capacidad de inversión. Mejor sería que estudiara bien el asunto y proponga cosas como la construcción de espacios abiertos, el ancho de las aceras, los terrenos para escuelas y servicios públicos, la delimitación de áreas residenciales y comerciales dentro de la urbanización, la superficie mínima de terrenos para viviendas unifamiliares y el fomento de construcción de apartamentos en edificios de dos o tres plantas en vez de los cucuruchos que algunos promotores llaman casas y que riegan en extensos terrenos sin un árbol que dé sombra y en distancias tan lejanas de las vías principales que salir a pie de sus confines es casi tarea imposible, no solo por lo lejano sino por los problemas de seguridad y de servicios públicos que ocasiona ese urbanismo tipo potrero.

CLAMOR POR EL AGUA

Continúa el reclamo de diversas comunidades por el servicio ininterrumpido del agua potable. Miles de panameños están siendo afectados por esta situación que viene de arrastre. Por años se han postergado los planes de inversión de la red del servicio de agua, ya sea por una razón o por otra. Lo mismo vale para los promotores de vivienda y del ministerio de ordenamiento territorial, que no contemplan la instalación de tanques de agua y sus respectivos sistemas de bombeo integrados a la infraestructura del Idaan y que garanticen el suministro a las barriadas que construyen de manera permanente. Son muchas las fallas que deben subsanarse y eso requiere un plan a varios años de plazo. Mientras más tarden en diseñarlo y aprobarlo, para poder explicarlo a la comunidad, más lío tendrán con la población que ya se siente como los gorgojos.

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