El Escorpión
PEPE Y LA DEFENSORÍA
Hay injusticias que podrían estar ocurriendo en las narices del defensor del pueblo, pero no lo sabe porque su arrendador se las oculta. El edificio donde está ubicada la sede principal de la Defensoría es una bomba de tiempo. Pepe el Banderillero, ministro del MOP de la locura, lo construyó con defectos y los ha ocultado a capa y espada. Muchos apartamentos ven como el repollo de sus paredes se cae a pedazos, las partes exteriores, también, y el área social que se supone era de los condómines fue segregada como una finca aparte y una porción le corresponde al local que ocupa la Defensoría. Ahora resulta que el defensor del pueblo tiene piscina y no lo sabe. Sería bueno que le echara un ojo al asunto, porque hay informes de Sinaproc que ordenó la clausura de una de las terrazas que le queda sobre la cabeza al defensor, evaluaciones de la Universidad Tecnológica e inspecciones independientes que revelan los daños ocultos que Pepe se niega a reconocer. Ojo defensor, que usted le paga más de 20,000 dólares a la empresa del Banderillero y le dejan la piscina y la terraza por fuera.
NITO NO SABE NADA
En unas declaraciones a una televisora local Nito el presidente dijo que no sabe nada de nada de los renglones omitidos en el presupuesto que deja decisiones a discreción para viáticos y otros gastos, que está esperando a que lo inviten al diálogo tripartito de la CSS, y que su gobierno no analiza la permanencia o salida de Panamá del Parlacen. Pues, póngase las pilas Mr. President que le están endulzando la leche. Prenda la mecha que tiene corta y llame a capítulo a su ministro de economía, meta en cintura a los capos de la Caja de Seguro Social y dé una respuesta contundente sobre el tema del Parlacen para saber a qué atenernos. Conviértase en leche agria y désela a beber a esa gente.
MALARIA A LA ORDEN
No estamos de una fémina perversa, sino de la enfermedad que transmite un mosquito caracterizado por tener una trompa larga y palpos tan largos como ella, cuyas hembras son transmisoras del paludismo o malaria, llamado Anopheles. El y sus primos transmisores del dengue y el chikungunya están disparando los casos de esas enfermedades por todo el país, con algunas áreas en situación crítica. Con todo y la sequía que nos afecta, en cuanto cae un poquito de lluvia los bichitos se reproducen con gran entusiasmo y se lanzan a picar a cuanto hombre, mujer y niño encuentran a su paso. Si no fuera porque el asunto es serio, hasta buscaríamos que laboratorio los puede manipular genéticamente para que solo pinchen a cuanto diputado y funcionario corrupto existe en esta tierra nuestra tan querida por unos y vilipendiada por los políticos sinvergüenzas.
OLEADA DE MIGRANTES
Circulan algunos videos por las redes sociales que dan cuenta de una oleada de migrantes que ha partido de Colombia hacia la selva del Darién. El tránsito por esa región ha aumentado últimamente y amenaza con crearnos una crisis migratoria sin precedentes. Panamá es un país pequeño, que trata de manejar la situación de acuerdo a sus posibilidades, pero mientras el gobierno colombiano permita el desplazamiento incontrolado de esos migrantes, lo que pueda hacer nuestro país será esfuerzo vano. Es tiempo que las autoridades de Colombia se tomen el asunto con seriedad y le pongan freno al desorden migratorio que ellas mismas propician por su falta de acción. Con un vecino así, no necesitamos enemigos.