PAIS EN LA SOLEDAD

Totolín fue dejado en el camino por Drácula y el Ñame Ablandao. ¿Su pecado?: andar de lengua larga. ¿Quiénes le aplicaron el apartheid?: los arnulfistas. Ahora tendrá que tomar una decisión importante para su partido: tragar sapos y reconciliarse con los ñames para volver a la alianza que en principio pacto con el CD, buscar otro socio electoral como el Team Martín de Dos Pingüe, o hacerse el «harakiri» e irse solo rumbo a la desaparición. Si por el país verdadero llueve, por el otro no escampa.

LO INVITARON AL BAILE

A Juanchín Seco también lo subieron en el carrito de la demanda que comanda el ministro de seguridad y le metieron 30 millones de reclamo por los perjuicios al estado. El asunto resulta confuso, porque si por esas vainas de la naturaleza jurídica panameña uno de los demandados resulta no culpable en el Caso Odebretch, la cacareada demanda se irá por el tubo del resumidero. ¿Por qué no esperaron a que terminara el juicio?  Si alguien está muy apurado a levantar vapor, puede resultar chueco el negocio. Y en todo esto ¿dónde está el MEF que se encarga de la hacienda pública y la procuraduría de la administración que debe defender legalmente los intereses del estado? Esta doctrina de seguridad nacional como que está muy rara.

SENTENCIA CONFIRMADA

Quien anda de bajo perfil con las dos sentencias condenatorias que tiene es el Boy Scout que llegó a ser alcalde efímero de la capital. El bosquimano tendrá que ir a la cárcel durante 48 meses, por incurrir en el delito de corrupción de servidores públicos en la modalidad de «cohecho pasivo», que es cuando el funcionario o servidor público acepta o recibe el donativo, promesa o ventaja, sin la necesidad de que se verifique que este actuó acorde o incumpliendo sus deberes funcionariales. Pero allí no acaban sus penas, porque en junio pasado el Juzgado Primero Liquidador también dictó una sentencia de 12 años de prisión en su contra, por el delito de peculado relacionado a contratos de consultorías entre dos empresas y el Municipio de Panamá. La tiene dura.

OJO CON PANDEPORTES

La condena de dos ex directores de dicha entidad por la comisión del delito contra la administración pública en la modalidad de peculado culposo, no es más que la punta del iceberg en relación con lo que ocurre en dicha institución. El deporte, desde hace muchos años, es utilizado como arma política por los gobiernos de turno y sus diputados adeptos. Si la auditoría practicada por el caso del Consorcio Ciudad Deportiva de Colón, que involucró a los dos ex funcionarios condenados, demostró que había irregularidades en el manejo de esa entidad, ¿cuánto más sacará a la luz un examen forense a dicha entidad si llegará a realizarse de manera seria y concienzuda?  Por ahora van dos «out» y podría venir el tercero. ¡Huye Pitín!

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