San Paulo / Agencias

El chef mallorquín David Peregrina Capó, de 53 años, y su esposa, la brasileña Érika da Silva Santos, de 38, fueron asesinados a tiros en el restaurante que ambos regentaban, en la localidad de Porto Seguro, a orillas del río Buranhém, en la región de Ilha do Pau do Macaco (Brasil).

El velatorio por sus cuerpos fue celebrado en el salón del Ayuntamiento de Itagimirin, localidad de donde era originaria la esposa del chef mallorquín y donde fueron enterrados ambos.

La pareja fue encontrada en la entrada de su restaurante, Os Ribeirinhos. Según señalan las primeras investigaciones policiales,el crimen se pudo haber perpetrado en las primeras horas de la mañana  del viernes 24.

La  Dirección Técnica de Policía (DPT) de Eunápolis informó que la esposa de Peregrina fue hallada a las afueras del restaurante, desnuda, tras presuntamente haber intentando escapar saltando por un balcón situado en la primera planta.

Al parecer, la mujer estaba dándose una ducha cuando escuchó los primeros disparos, y fue atacada cuando intentó escapar. Tenía un balazo en la cabeza.

El chef, por su parte, fue encontrado muerto en la cocina del establecimiento, en la planta baja, con agujeros de bala de disparos en el brazo, pecho y espalda.

Según los primeros testimonios de los testigos, en el momento del suceso se escucharon disparos y gritos de ayuda. Fueron los vecinos quienes dieron la voz de alarma. Por el momento, no se ha podido certificar si existe algún tipo de delito añadido, como el robo.

Peregrina se dedicaba a la banca cuando decidió dejar Mallorca y trasladarse a Brasil para dedicarse a la gastronomía, su gran pasión. La organización de comercio local de Porto Seguro (CDL) emitió un comunicado en el que lamentaba la muerte del matrimonio.