Cosas asombrosas de gatos y elefantes

 Cosas asombrosas de gatos y elefantes

Foto ilustrativa

Elefantes y gatos tienen cosas asombras desconocidas hasta ahora. Un estudio realizado en una cafetería de California, donde habitan unos 60 gatos, demostró que estos felinos tienen expresiones faciales que son únicas entre los gatos domésticos de pelo corto. Otro estudio, esta vez encabezado por la Universidad de Colorado, descubrió que los elefantes asignan nombres específicos a sus semejantes mediante un sonido profundo y retumbante para llamar y comunicarse con otros individuos.

Gatos tienen gestos faciales

Investigadores estadounidenses llevaron a cabo un estudio que consistió en analizar imágenes de una colonia de 59 gatos residentes en una cafetería de Los Ángeles, California. De manera asombrosa, se lograron identificar 276 expresiones faciales que son únicas en los gatos domésticos de pelo corto, superando ampliamente las expectativas iniciales.

A pesar de la percepción común de verlos como animales distantes o poco expresivos, se ha demostrado una y otra vez que su complejidad emocional va mucho más allá de lo que solemos reconocer. A diferencia de los perros, que tienden a mostrar sus emociones más abiertamente, los felinos podrían emplear una sutil gama de expresiones para comunicarse.

Esto añade un nivel adicional de interés, ya que los gatos, generalmente catalogados como menos sociables en comparación con los primates o los canes, exhiben una sorprendente variedad de expresiones faciales que, según el estudio, publicado por la revista Behavioural Processes, van de lo juguetón a lo agresivo y todo lo demás.

Las expresiones faciales en perros, chimpancés y humanos han sido objeto de exhaustivos estudios, revelando que los humanos cuentan con 44 expresiones faciales, los caninos con 27, y los chimpancés con una sorprendente cantidad de 357, según reporta la revista Science.

Elefantes se ponen nombres

Según una reciente investigación liderada por la Universidad Estatal de Colorado, Estados Unidos, los elefantes, al vagar por la sabana africana, podrían mantenerse en contacto con sus semejantes mediante la emisión de lo que podríamos llamar sus «nombres» individuales.

Estos «nombres», como cabría esperar, difieren significativamente de los que los humanos nos damos. En el marco de este nuevo estudio, se sugiere que, en caso de ser un elefante, nuestro «nombre» se asemejaría más a un sonido profundo y retumbante. Estas vocalizaciones parecen funcionar como etiquetas vocales, permitiendo a los elefantes identificarse entre sí, y los destinatarios responden en consecuencia.

Los investigadores, en un reciente artículo publicado en el sitio web de BioRxiv, descubrieron que los elefantes africanos de sabana emitían vocalizaciones específicas para los individuos de sus grupos sociales en dos regiones de Kenia: el ecosistema de Samburu, al norte, y el Parque Nacional de Amboseli, al sur.

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