CORRIENTE ALTERNA

El anuncio de cierres y apertura de vías es como la corriente alterna que oscila cíclicamente. Cuando hay alguna posibilidad de aliviar el bloqueo o de recuperar en algo la normalidad, algún sector decide actuar en contrario o arreciar sus acciones de fuerza callejera. Eso evidencia la falta de unidad o de compartir una meta común: la única coincidencia es el cierre de las vías, pero el método de protesta varía según los actores. En el sector docente, por ejemplo, qué lejos están los días en que la dirigencia magisterial salía a marchar sin cerrar carreteras por largos días, sin que ello significará claudicar en la lucha. Mas bien ganaba la simpatía de los ciudadanos, quienes acompañaban con orgullo al maestro que protestaba en las calles. ¿Qué cambió? ¿Los valores? ¿El civismo? ¿La calidad humana?  ¿La ideología de la dirigencia?  No lo sabemos, pero lo evidente es que sin necesidad de bloquear el tránsito y bajo una dictadura que secuestraba, golpeaba y encerraba en la cárcel a quien se le opusiera, un régimen dictatorial y una impopular reforma educativa, en su momento. fueron vencidos.

BUSCAR UNA SALIDA

Definitivamente que el, al mismo tiempo, largo y corto camino hacia las elecciones de mayo de 2024 reclamará del gobierno el uso de todas sus habilidades, en el buen sentido de la palabra, para salir del hueco en el que se ha metido. Aún cuando la Corte dictara mañana un fallo de inconstitucionalidad de la ley 406 que dio vida al contrato minero, las muestras de rechazo y el malestar ciudadano por el resto de las metidas de pata políticas no terminarán. Por eso es importante que preparen pronto un plan de transición que les permita atender las necesidades más urgentes del pueblo y, de ser posible, recuperar en algo el clima de gobernabilidad en el país. Acciones como ajustar el presupuesto a la baja, manejar con transparencia los fondos de la descentralización, eliminar todo uso de los fondos y bienes públicos para actividades de proselitismo en favor de los candidatos oficialistas, un programa de urgencia para proveer de agua potable a los sectores que carecen de ella por días y semanas, el restablecimiento de la cadena de producción agrícola y una total transparencia en el manejo de los asuntos públicos en lo que resta de su periodo, quizá le pueda aportar esa cuota de propósito de enmienda que necesita en estos momentos. Suena como pedirle peras al olmo, pero, ante las circunstancias, no está demás mencionarlo.

DIA DEL PERIODISTA

Hoy celebramos en Panamá el Día del Periodista, en medio de especiales acontecimientos para nuestra nación y nuestra profesión. A lo largo de la vida republicana y de la dictadura, los periodistas panameños hemos sabido enfrentar y afrontar todos los obstáculos. En la actualidad no es diferente, porque estamos en medio de varias fuerzas que quieren manipular el periodismo para respaldar sus propios fines e intereses. En medio de todo esto estamos los periodistas, principalmente el reportero de a pie que en más de una ocasión ha arriesgado y arriesga su integridad física para llevar la noticia al público. Acosar la periodista que cubre un hecho noticioso, insultarlo, vilipendiarlo, amenazarlo, repudiarlo y avergonzarlo sometiéndolo al escarnio de quienes tienen su agenda y no admiten cuestionamientos ni que se le dé cabida a su contraparte, no es el camino. Cada trauma pasa. Cada momento de crisis es superado. Cada protagonista que está en la calle hoy será desplazado por el que venga mañana. Ellos pasarán, pero el periodismo seguirá. Sus líderes serán reemplazados o se irán a hibernar hasta la siguiente crisis, pero el periodista continuará allí jornada tras jornada. Feliz Día colegas, porque como siempre nos toca celebrarlo en la calle buscando la noticia y para nosotros no hay día libre para descansarlo. Sigamos en pos de la verdad, aunque algunos nos injurien por no publicarles la suya como la única verdad que existe. Los hechos son sagrados y pertenecen al público. No bajemos nunca nuestra frente ni nos rindamos serviles a quienes nos ultrajan.